Juan Guaidó es el hombre de Washington. Nicolás Maduro el de Moscú. Y estas son dos fichas que parecen inamovibles en el tablero geopolítico de las dos potencias. Lo dejaron claro los cancilleres Mike Pompeo y Sergei Lavrov en su más reciente reunión, en la que sólo coincidieron en un aspecto.
El Político
El secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, pidió para Venezuela “unas elecciones presidenciales libres y justas”.
El ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, afirmó que “tienen que ser los venezolanos los que decidan su futuro”.
Se cumplió lo que adelantó el diario ALnavío. Que Venezuela sería un foco en la reunión entre cancilleres en Washington. Y que la opción militar queda totalmente descartada en la agenda de EEUU y Rusia. De ahí el llamado a las urnas. Y de ahí a que en ningún momento se recordara la frase: todas las opciones están sobre la mesa.
En la reunión Mike Pompeo le pidió a Sergei Lavrov que reconocieran a Guaidó como mandatario. “Cuanto más permanezca Nicolás Maduro en el poder, más profunda será la miseria de los venezolanos. Hemos pedido al gobierno ruso que apoye las aspiraciones democráticas y la legitimidad del presidente interino Juan Guaidó”, declaró Pompeo en rueda de prensa.
Entonces Lavrov respondió que no. Que el futuro de Venezuela “no puede ser decidido por otros países”. Contestó así porque para Rusia el reconocimiento de Guaidó como presidente interino es una imposición de EEUU.
El canciller ruso también habló de las negociaciones. Y se contradijo. Por un lado, se mostró esperanzado con la Mesa Nacional de Diálogo que conforma Maduro con la oposición minoritaria.
“Producirán los resultados deseados y la crisis se resolverá exclusivamente de manera pacífica”, dijo Lavrov sobre estas conversaciones, de acuerdo con un reporte de la agencia TASS.
Por otro lado, y según el diario El Espectador de Colombia, el canciller ruso lamentó que el “proceso en Oslo [las conversaciones entre Guaidó y Maduro facilitadas por Noruega]” esté “en el limbo”. Y recordó que “una mesa de negociación entre la oposición y el gobierno debe ser la solución”.
EEUU nunca estuvo convencido del proceso de Oslo. Cuando en agosto el presidente Donald Trump decretó el bloqueo contra el régimen chavista, John Bolton, quien todavía era asesor de Seguridad Nacional, afirmó que Maduro no se tomaba en serio la negociación.
También hay que destacar de la última declaración de Lavrov que cuando se refiere a la oposición, se refiere a la Asamblea Nacional. Se refiere al Parlamento que preside Juan Guaidó y cuya mayoría la conforman partidos ajenos a la Mesa de Diálogo Nacional. Los partidos que estuvieron en Oslo. De otra manera no se entiende que extrañe las conversaciones en Noruega, y por eso insiste en la negociación entre Guaidó y Maduro. Negociación que este último rechazó en el momento en el que el equipo del presidente encargado le ofreció al chavismo un gobierno de unidad -sin Guaidó ni Maduro en el poder- para lograr unas elecciones presidenciales libres y transparentes.
Fuente: Al Navío