Tambien puede ser maoista, avanzado o yihadista, pero lo que es de verdad difícil es ser un buen demócrata, creer en las elecciones, respetar las opiniones de otros, garantizar la independencia del poder judicial y la separación de poderes.
El Político
El Ayuntamiento de la ciudad alemana de Dresde se declaró en “emergencia nazi”, ante el crecimiento de grupos abiertamente racistas y violentos. Dresde que aspira convertirse en la capital europea de la cultura en 2025, acaba de realizar elecciones y el auge del partido ultraderechista AfD y de grupos neonazis fue excepcional y dejó una gran preocupación en distintos sectores y no sólo de Alemania.
Ningún otro país es lógicamente más sensible a la aparición del nazismo que Alemania, la patria del movimiento que dio lugar a la Segunda Guerra Mundial, la mayor catástrofe que ha vivido la humanidad.
Pero a pesar de la vigilancia y la actitud de lúcidos dirigentes, siempre subsisten grupos y tendencias que amenazan con el resurgimiento de esas posiciones segregacionistas y fundamentalmente antijudías.
En las elecciones regionales del pasado septiembre, Sajonia vio cómo la AfD crecía 10 puntos con respecto a los resultados de 2014 y alcanzaba el 27,5%.
Max Aschenbach, un concejal miembro del izquierdista Die Partei (literalmente, El Partido), planteó: “Las actitudes y acciones antidemocráticas, antipluralistas, misantrópicas y de los extremistas de ultraderecha, incluida la violencia, ocurren con mayor frecuencia”.
Aschenbach explicó que propuso su declaración, que fue aprobada por 39 votos a favor y 29 en contra, para mostrar “que tenemos un serio problema” y que “la sociedad democrática está amenazada”. El texto dice que “cada vez con más frecuencia están ocurriendo acciones de grupos extremistas de ultraderecha” y pide a la población que ayude a las víctimas y proteja a las minorías.
Otros grupos nazis
Además de la ultraderechista AfD, Dresde es uno de los bastiones del abiertamente neonazi NPD, una formación que apenas guarda las formas para no ser ilegalizada pero que es lo más parecido a un partido nazi que hay en Europa. Pegida (Patriotas Europeos contra la Islamización de Occidente) nació en Dresde en 2014 y desde sus filas alimentó tanto a la AfD como al NPD.
Con la crisis de los refugiados que estalló en el año 2015, Dresde se convirtió en la semilla de Patriotas contra la Islamización de Occidente (Pegida).
El movimiento, que llegó a reunir en sus manifestaciones de cada lunes a miles de personas, está liderado por Lutz Bachmann, quien ha sentenciado en repetidas ocasiones por delitos relacionados con la exaltación del odio y uso de eslóganes nazis.
Usted es un fascista
Ninguna palabra ha sido tan manoseada en los últimos tiempos para descalificar a rivales de todo pelaje, para reflejar un autoritarismo creciente o para definir, recurriendo fatigosamente al pasado, un aroma político que emana del presente y cuyas características se repiten a lo largo del mapa mundial sin una respuesta adecuada.
El irresistible magnetismo de un periodo histórico en el que algunos, como Umberto Eco, descifraron un estado de ánimo político y moral en permanente retorno ha saturado también el sector editorial. Casi una decena de novedades que abordan la cuestión coinciden este curso en las librerías e indagan en sus raíces, personajes y paralelismos con el mundo actual.
Antonio Scurati, ganador del premio más importante de Italia (Alfaguara publicará en enero el libro), encuentra algunos paralelismos en aspectos muy concretos localizados en el clima donde se cocinó el monstruo.
El sentimiento de derrota, malestar, abandono, desilusión, rechazo y repulsa a la vieja clase dirigente y las instituciones parlamentarias que custodiaban.
El fracaso de la socialdemocracia para responder a las expectativas populares
El sentimiento antipolítico, que no tiene nada que ver con el análisis racional de nuestra vida.
Gente de bien atraída por líderes y movimientos que manifiestan abiertamente el desprecio de la vieja política y también a las instituciones parlamentarias.
Uso de violencia paramilitar para reprimir a los disidentes
La diferencia es la violencia, en eso no tiene nada que ver”, señala.
Existencia de una pequeña burguesía desclasada, asustada por la percepción de una invasión extranjera
Partidos que invocan atajos extraparlamentariospara hacer negocios y tomar decisiones
Desprecio por las mujeres activas en política
Anti Islam
Rechazo y acoso a los extranjeros
Oposición al matrimonio interacial
Persecusión a la homosexualidad
Clima de descomposición y crisis económica enquistada que atosiga a la base de la población.
Anhelo de una figura autoritaria, autocrática y fuerte que "resuelva" la situación.
¿Todos fascistas,comunistas o nazis, pues?
Emilio Gentile, el mayor experto de Italia en ese periodo, acaba de publicar Quién es fascista (Alianza). Un sugerente título que agarra el asunto de la sobreexplotación del concepto y la languidez semántica que su repetitivo eco trae a las crónicas y la vida diaria.
“Este abuso denota no entender lo que ha sido el fascismo realmente. Se aplica a personajes con los que no estamos de acuerdo, que no nos gustan. Pero no es nuevo, ha sucedido en los últimos 70 años. Se aplicó a Eisenhower, a Mao, a Stalin… Pero los fenómenos de hoy no tienen nada que ver con el fascismo”.
Gentile, extraordinario historiador cree que no hay nada nuevo que aportar al estudio del fascismo y que la banalización del término, convertido en objeto de consumo, es ya insuperable.
"Estamos usando un término de manera inapropiada para explicar fenómenos nuevos. Y el error responde principalmente a la incapacidad de afrontar con una mirada crítica actual asuntos contemporáneos. La raíz se halla en la falta de una etimología precisa como tiene el comunismo o el liberalismo: fascismo solo significa agrupar. Y hoy se ha convertido en un insulto para prepotentes, antisemitas, autoritarios… Pero ningún populismo actual que invoque el principio de soberanía popular puede ser fascista." El fascismo negaba todo lo que derivaba de la Revolución Francesa.
El debate es interminable y habría que comenzar por definir qué entendemos por Democracia.
Con información de Del Sur, Clarin, El Mundo, trabajos de Antonio Gentile y Antonio Scurati