"Es un señalamiento es falso", declaró Simone Sibilio, una de las fiscales del caso.
Uno de los interrogado mencionó el nombre del presidente Jair Bolsonaro, y el martes por la noche se hizo eco del comentario el Jornal Nacional, el noticiero más importante del país.
El Político
Brasil es uno de los pocos países latinoamericanos que mantiene cierta calma, pero un canal deTV se encarga de amargarle la vida a Bolsonaro.
En las favelas de Brasil el tecuerdo de Marielle Franco, una dirigente asesinada, sigue caminando, la gente la adoraba y ella fue una luchadora original, lesbiana y dispuesta a lograr que toda la comunidad mejorase sus condiciones de vida.
Así la recuerdan su madre y su hija "fue una mujer excepcional", sin embargo resultó víctima de la violencia politica, apareció asesinada con tre disparon en el pecho en una de las veredasde su zona.
Ese fantasma aparece ahora en forma de terror, para involucrar al Presidente Jair Bolsonaro o a alguien de su familia, en el dantesco asesinato.
¿El poder mediático contra un Presidente?
El nombre de Bolsonaro apareció en la investigación sobre el asesinato de la concejal Marielle Franco. El principal noticiero de TV Globo reveló con base en filtraciones, que han caído como una bomba en Brasil, que uno de los acusados de acribillar a la joven promesa de la izquierda entró en la urbanización de lujo en que vive Bolsonaro, en Río de Janeiro, autorizado por un hombre de dentro de la casa del actual presidente, horas antes del crimen, el 14 de marzo de 2018. La fiscal de Río desmintió este testimonio.
La Fiscalía de Río de Janeiro desmintió las informaciones que vinculaban al presidente Jair Bolsonaro con uno de los presuntos autores del asesinato de la concejala Marielle Franco. Un caso que sigue sin esclarecerse. La divulgación del informe por parte de la televisora Globo provocó una dura reacción del mandatario, que dijo ser víctima de una conspiración política.
La concejal Marielle Franco fue asesinada de al menos tres disparos en la cabeza. Siempre mantuvo una gran sensibilidad por los derechos humanos y las desigualdades. Esta preocupación no solo provino de observar la realidad de la favela de Maré donde creció. Hubo varios sucesos que la marcaron profundamente.
El nombre del presidente brasileño, Jair Bolsonaro, fue mencionado por un interrogado en la investigación sobre el asesinato de la concejala Marielle Franco, muerta a tiros en Río de Janeiro el año pasado.
Según informó el canal Globo el martes por la noche, el portero de la urbanización de lujo donde vive Bolsonaro declaró ante la policía que uno de los sospechosos de matar a la política izquierdista, el ex policía militar Elcio Queiroz, pidió subir a casa del entonces diputado horas antes del crimen, el 14 de marzo de 2018. En Brasil es frecuente que el portero pregunte a un inquilino si autoriza la entrada de un visitante.
Queiroz solicitó permiso para entrar en la urbanización, el portero llamó a casa de Bolsonaro padre y alguien de la casa, que según el portero se identificó como “señor Jair”, autorizó la entrada, pero el exmilitar no fue a su piso sino al de Ronnie Lessa, el otro detenido por el asesinato y vecino de Bolsonaro.
Enfurecido, en un vídeo en vivo filmado a las 3:40 de la madrugada desde Arabia Saudí, donde se encuentra en gira, el mandatario negó la veracidad de la declaración del portero de su residencial, así como, que conozca al expolicía Elcio Queiroz, preso acusado de dirigir el coche de donde partieron los tiros contra Marielle, brutalmente asesinada en el centro de Río de Janeiro con varios tiros en la cabeza.
Bolsonaro acusó al grupo Globo de perseguirlo y querer destruir su Gobierno y su familia, y al gobernador de Río de Janeiro, Wilson Witzel, de entregar las filtraciones para debilitarlo, porque según el mandatario, tendría la ambición de disputar la presidencia contra él, en 2022.
«Ustedes, TV Globo, ¡todo el tiempo hacen un infierno mi vida, carajo! Ahora quieren vincularme a la muerte de Marielle. ¡Sinvergüenzas! ¡Canallas!», exclamó varias veces el mandatario ultraderechista, a lo largo del vídeo de 23 minutos, amenazando a Globo, principal cadena de TV de Brasil, con la posibilidad de perder su concesión.
«O el portero mintió o indujeron al portero a un cometer falso testimonio o escribieron algo en la investigación que el portero no leyó y firmó. ¿Cuál es la intención? Siempre la misma, todo el tiempo están encima de mi familia, de mis hijos y de quien está próximo a mí», se defendió el presidente.
Según la filtración de las investigaciones sobre este caso – que es uno de los principales misterios de la política nacional-, el portero del residencial de lujo «Vivendas da Barra», donde vive Bolsonaro, en el barrio Barra da Tijuca, afirmó que Elcio Queiroz solicitó su entrada a la urbanización para visitar la casa número 58, donde viven el presidente y su esposa.
El empleado del residencial anotó esa información y la matrícula del coche de Queiroz en el libro de visitas, y afirma que entró en contacto por el intercomunicador con la casa de Bolsonaro, asegurando que quien le atendió fue «Don Jair». Al ver en las cámaras que el coche de Queiroz estacionó en la casa vecina, la 66, entró en contacto nuevamente con la casa de Bolsonaro y «Don Jair» le habría respondido otra vez, confirmando que sabía que el vehículo iba a la casa del vecino.
El vecino en cuestión es el exmilitar, Ronnie Lessa, preso como principal sospechoso de acribillar a la concejala. En declaraciones cuando su vecino fue preso, en marzo de este año, Bolsonaro negó conocerlo, así como a Queiroz, con quien tiene una foto, publicada por el acusado en redes sociales. La prensa brasileña descubrió también que el hijo menor de Bolsonaro, Renan, estuvo enamorado de la hija de Lessa. Pero la policía y la prensa reconocen que ninguna de esas casualidades pueden considerarse pruebas contra el mandatario.
Contra la nueva denuncia, Bolsonaro también tiene una prueba contundente, presentada inclusive en el citado reporte de Globo. En el día de la muerte de Marielle Franco, en Río de Janeiro, el mandatario, que era entonces diputado, registró su presencia en el Congreso, en Brasilia, a más de mil kilómetros de su casa.
El presidente ha defendido que la investigación se mantenga en la Policía de Río de Janeiro y no a nivel nacional, como propone la Fiscalía, y pidió al ministro de Justicia, Sergio Moro, que solicite un nuevo interrogatorio del portero.
¿Quién ordenó matar a Marielle? ¿Y por qué?
Según la policía, Queiroz y Lessa, encarcelados por el caso desde que fueron detenidos al cumplirse un año del crimen, salieron minutos después para matar a la concejala. Ese día, el entonces diputado Bolsonaro estaba en Brasilia, donde participó en algunas votaciones.
Sin embargo, una de las fiscales del caso Marielle Franco, Simone Sibilio, ha dicho este miércoles que el testimonio del portero no coincide con la grabación de los vigilantes que las autoridades tienen en su poder.
“Sí, [el portero] mintió. Y esto se demuestra con evidencias técnicas”, aseguró Sibilio, quien luego dijo que el empleado podrá aclararlo en una nueva declaración. La fiscal defendió que no hubo alteración de los audios, pero no aclaró cómo las grabaciones llegaron a los investigadores, si fueron recopiladas por policías directamente en la vivienda y verificadas posteriormente o enviadas por el personal de vigilancia.
Las declaraciones de la Fiscalía fueron celebradas por Bolsonaro. El presidente compartió la noticia en Twitter al lado de una cita bíblica:
"¡Y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres!". Su hijo, el concejal Carlos Bolsonaro, mostró audios del edificio, que contradecían la versión del portero, sin explicar cómo había tenido acceso al material. Posteriormente, el fiscal general, Augusto Aras, también informó de que el procedimiento abierto con la mención al presidente había sido archivado.