La Unión Europea (UE) y Naciones Unidas solicitaron aumentar la ayuda a los países de América Latina que afrontan la llegada de cientos de miles de venezolanos, al término de una conferencia en la que se comprometieron unos 133 millones de dólares.
El Político
"Si no movilizamos recursos hoy (…) podemos enfrentar consecuencias aún más costosas, desde el punto de vista humanitario como económico dentro de uno, dos o cinco años", advirtió en rueda de prensa la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini.
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El objetivo de la conferencia era llamar la atención sobre la situación en los países de la región que albergan a cientos de miles de migrantes y refugiados venezolanos y sobre la necesidad de poner esta crisis en el primer plano de la agenda diplomática.
Los países y organizaciones participantes comprometieron este martes "120 millones de euros" adicionales (133 millones de dólares), anunció Mogherini, recordando la importancia de actuar antes de un deterioro de la situación.
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Evitar los errores cometidos con los sirios
"Como europeos lo sabemos muy bien. Si hubiéramos invertido un poco para apoyar la crisis de los refugiados sirios o otras crisis de migrantes al principio del proceso, no sólo habríamos salvado vidas, sino que habríamos ahorrado dinero", agregó la canciller europea.
Una visión compartida por el Alto Comisionado de la ONU para los refugiados, Filippo Grandi, para quien, durante la crisis en Siria, se desarrollaron justamente instrumentos por parte de instituciones internacionales para apoyar a los países de acogida de manera "sostenible".
![Ministro de España en Colombia](https://www.eltiempo.com/files/article_content/uploads/2019/10/19/5dabd203ed946.jpeg)
La duración de la crisis, ante el bloqueo de una salida política en Venezuela, y el eventual impacto en los países de acogida, que deben gestionar la atención sanitaria, educativa y social de los migrantes, son los principales temores de la comunidad internacional.
"Por eso es muy urgente movilizar el apoyo internacional (…) porque eso se convierte en un factor de desestabilización. Este no es el caso todavía", apuntó la jefa de la diplomacia europea, para quien "un euro para apoyar estos esfuerzos hoy vale 100 euros mañana".
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Llegarán a mas de seis millones
Unos 4,5 millones de venezolanos huyeron de la crisis política y económica que vive su país, En un 80% de los casos rumbo a países vecinos, una cifra que, según el enviado especial de la ONU Eduardo Stein, podría alcanzar los 6,5 millones en 2020.
Una migración cada día mas pobre
Cada minuto un venezolano sale de su país y cada joven busca el modo de salir. Es un proceso lento y permanente que va agotando a los países vecinos: Colombia, Brasil, Estados Unidos, todos los países del mundo.
Los aportes de los venezolanos son impresionantes, cada día algún venezolano gana un premio, hace un aporte, publica una novela, o hace un descubrimiento, el gran desarrollo académico y profesional enriqueció la indistria petrolera mundial y américa sin duda se fortaleció.
Con el aumento de la deserción, el panorama cambió, los profesionales bien recibidos han sido sustituidos por las grandes multitudes que no tienen que comer, salen sin recursos y en pésimas condiciones.
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Humberto López, vicepresidente del Banco Mundial, precisa que el éxodo venezolano le cuesta a Colombia 2.000 millones de dólares al año, y el país, por sí solo, no puede con todo.
“Hace falta la generosidad de la comunidad internacional. Hay que apoyarles, con préstamos de instituciones multilaterales, y con ayuda de todos”, dijo este lunes en el foro mundial sobre el éxodo celebrado en Bruselas.
Humberto López recordó que, en abril, el Banco Mundial entregó al gobierno de Iván Duque 31,5 millones de dólares para apoyar las cuentas de Colombia y “facilitar el acceso a empleos y servicios sociales básicos para los migrantes y refugiados”.
Muchos millones que al menos sirven para aliviar el derrumbe revolucionario.
La narración de Borrell
Dos días durante los cuales los dirigentes europeos han recibido una cascada de cifras y datos de la "realidad dantesca", como la definió Josep Borrell, próximo sustituto de Mogherini, durante su visita de hace 10 días a la frontera colombovenezolana. Allí, a pocos metros del puente que ejerce como embudo de la tragedia venezolana, Borrell adelantó que la ayuda española se elevaría a 50 millones, para animar al resto de aliados europeos.
Objetivo conseguido: 120 millones de euros serán movilizados en los próximos días para asistir a los que huyen del descalabro chavista. Como Diorelvy, la primera mujer, casi niña, con la que se cruzó el canciller español en su visita a la casa de salud que atiende a los emigrantes en la frontera. Una niña de 15 años con su bebé Dylan Andrés, de 21 días, en sus brazos. A pocos metros, a la sombra de un árbol, su familia esperaba las atenciones médicas al recién llegado: madre, padre y dos hermanos de 7 y 12 años. Todos ellos llegados desde Cumaná, a 1.200 kilómetros, "para no morirnos de hambre allá".
"Para una conferencia que no es de donantes, este monto es muy notable", se congratuló Mogherini, aunque los cálculos de Naciones Unidas elevan hasta 1.200 millones de euros el presupuesto para atender a 4,3 millones de venezolanos de la gran diáspora. Una cifra que ya estaba vieja incluso antes de empezar la conferencia: la Organización de Estados Americanos (OEA) teme que para 2020 sean más de 6,5 millones los venezolanos fugados de su país.
La realidad es más dura sobre el terreno, incluso estos datos son rebatidos por expertos venezolanos. En los últimos cuatro meses casi 600.000 criollos cruzaron la frontera, pese a los obstáculos que están surgiendo en cada una de los países. En Colombia, se cree que dentro de pocas semanas estarán establecidos alrededor de dos millones de venezolanos. Sólo en Bogotá, según cálculos oficiales, ya viven 350.000, sin contar los colombianos retornados con doble nacionalidad.
En Ecuador, el Gobierno de Lenín Moreno ha comenzado a regularizar a los venezolanos que ya viven en el país, alrededor de 400.000, al igual que en Chile. En Perú rondan el millón y en España (más de 300.000 oficialmente) y Estados Unidos, el medio millón, según los datos del Observatorio de la Diáspora Venezolana.
Una ola incontenible
Y la ola incontenible que se viene, ya que según la última encuesta de Hercon el 42,3% de los venezolanos piensan abandonar el país si Nicolás Maduro sigue al frente del Gobierno. Otro dato apuntala la situación crítica que sufre el país más rico de la región: el 91,5% opina que el país no tiene futuro con el ‘hijo de Chávez’ en el poder.
Las turbulencias económicas de una sociedad que se ha dolarizado de facto para sobrevivir ha provocado otro fenómeno inédito: las remesas del exterior ya no son suficientes ante la hiperinflación y la pérdida de poder adquisitivo del dólar. Pese a que la mitad de las familias ya tienen al menos a uno de sus integrantes fuera del país, sólo la tercera parte puede enviar dinero al hogar común. Como no es posible mantenerlos in situ, prefieren sacarlos prefieren sacarlos e incorporarles a un destino imprevisible.
"La única solución para frenar este deslave humano sin precedentes es el cese de la usurpación. No hay otra opción", recalcó David Smonlansky, coordinador para la crisis de emigrantes y refugiados en la OEA.
Es un invento del Imperio, según Maduro
Desde el aparato de propaganda de la revolución, en cambio, la crisis es un invento de los países vecinos para robar fondos mundiales. "Se ha mentido mucho. Nosotros tenemos nuestras cifras y en los últimos tres años han salido entre 300.000 y 700.000 venezolanos", aseguró Maduro, quien también ha afirmado que los venezolanos que se van del país de la "felicidad suprema" lo hacen con entre 5.000 y 10.000 dólares en el bolsillo.