Hoy es el Día internacional para la erradicación de la pobreza
Promover mayor conciencia sobre las necesidades para erradicar la pobreza y la indigencia en todos los países es el objetivo del Día para erradicar la pobreza. El Nobel de Economía de 2019 fue otorgado a tres expertos en la lucha contra la pobreza mediante experimentos prácticos
El Político
El Día internacional para la erradicación de la pobreza se celebra cada año el 17 de octubre con el propósito de promover mayor conciencia sobre las necesidades para erradicar la pobreza y la indigencia en todos los países, en particular en los países en desarrollo, necesidad que se ha convertido en una de las prioridades del desarrollo.
El indio Abhijit Banerjee (1961), su esposa la francesa Esther Duflo (1972) y el norteamericano Michael Kremer (1956) ganaron el Premio Nobel de Economía de este año “por sus contribuciones y su enfoque experimental para aliviar la pobreza mundial".
Para la academia sueca, ellos han demostrado que a veces, para entender el conjunto, es bueno y necesario ver las pequeñas partes que lo conforman. Eso no supone en absoluto resignación, conformismo, sino todo lo contrario.
—Nuestra ambición en J-PAL (el laboratorio que fundó y dirige en el MIT de Boston) para nada es modesta, es cambiar el mundo. Queremos cambiar en profundidad la vida de los más pobres, proporcionando a quienes toman las decisiones políticas los medios que permitan inventar y elegir las políticas más eficaces para ayudarlos a superar sus problemas. Lo expuso en su discurso en Oviedo hace cuatro años al recibir el premio Princesa de Asturias.
—Lo que es y debe de ser "modesto y pragmático" es el enfoque. Creemos que no hay ninguna solución milagrosa para el problema de la pobreza: ni la ayuda exterior, ni una apertura total de fronteras, ni el comercio internacional, ni la expansión de la democracia o de la economía de mercado serán suficientes para resolver el problema —agrega Duflo.
Este enfoque práctica ofrece propuestas concretas, como regalar una bols de lentejas a cada niño que se vacune, o incrementar los beneficios complementarios a los docentes en escuelas rurales.
El enfoque experimental también generó suspicacias entre algunas corrientes ideológicas que tratan de explicar todos los fenómenos desde un mismo prisma englobador.
Celebración el país
El día de la pobreza fue reconocido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en 1992, pero la primera celebración de dicho día tuvo lugar en París, Francia, en 1987, cuando más de 100.000 personas se reunieron en la plaza del Trocadero para manifestarse a favor de los derechos humanos y la libertad en honor a las víctimas de la pobreza, el hambre, la violencia y el miedo. La convocatoria fue organizada por el padre Joseph Wresinski, fundador del movimiento internacional ATD Cuarto Mundo.
—Tampoco hay un culpable o un grupo de responsables de esta situación: ni las Naciones Unidas, ni los gobiernos locales, ni las élites pueden, por sí solos, mantener a la población en la pobreza o sacarla de ella. La pobreza adopta múltiples formas y su persistencia se debe a múltiples causas; ser pobre es tener menos información, menos posibilidades de elegir su propia trayectoria y también menos protección contra los propios errores. Todas estas barreras pueden convertirse en trampas en las que los pobres quedan encerrados. Entenderlas nos permite abrirlas, mediante intervenciones bien elegidas.
Duflo, profesora del MIT, la segunda mujer de toda la historia en lograr en máximo reconocimiento de la disciplina y la más joven de toda la historia, es una de las economistas con más proyección e influencia en temas de lucha contra la miseria desde hace más de un lustro.
El premio es un reconocimiento a un enfoque que hoy cuenta con amplísimo respaldo, pero que durante mucho tiempo fue rechazado por alguno de los ‘popes’ de la economía y la ayuda al desarrollo. Los que trataban de cambiar el mundo desde el sofá, en vez de remangarse y sudar en el terreno para comprender la realidad.
Fundada en 1957 por Wresinski, ATD Cuarto Mundo reúne a mujeres y hombres de todas las culturas y orígenes sociales en más de 30 países de África, América del Norte y del Sur, Asia, Europa y Océano Índico. Es una organización no gubernamental internacional sin afiliación religiosa ni política.
Wresinski fue una de las primeras personas que puso en evidencia el vínculo directo entre los derechos humanos y la extrema pobreza.
Cuando se realizó esa reunión en París, para rendir homenaje a las víctimas de la pobreza extrema, la violencia y el hambre, los allí reunidos proclamaron que la pobreza es una violación de los derechos humanos y afirmaron la necesidad de aunar esfuerzos para garantizar su respeto.
Estos principios están inscritos en una losa conmemorativa que se descubrió aquel día y de la que se han hecho replicas en otras partes del mundo, incluida una ubicada en el jardín de la sede de las Naciones Unidas en Nueva York.
Desde entonces, personas de toda condición, creencia y origen social se reúnen cada año ante estas placas para renovar su compromiso y mostrar su solidaridad con los pobres.
La pobreza, un problema de derechos humanos
En todo el mundo, más de 800 millones de personas aún viven con menos de 1,25 dólares al día y muchos carecen de acceso a alimentos, agua potable y saneamiento adecuados, según datos del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
"En un mundo caracterizado por un nivel sin precedentes de desarrollo económico, medios tecnológicos y recursos financieros, es un escándalo moral que millones de personas vivan en la extrema pobreza", señala el prefacio sobre Los Principios Rectores sobre la Extrema Pobreza y los Derechos Humanos.
Según la ONU, “la pobreza no es solo una cuestión económica. Por ese motivo debemos dejar de observarla exclusivamente como una falta de ingresos. Se trata de un fenómeno multidimensional que comprende, además, la falta de las capacidades básicas para vivir con dignidad”.
—La pobreza es en sí misma un problema de derechos humanos urgente y, es a la vez, causa y consecuencia de violaciones de los derechos humanos, pues se caracteriza por vulneraciones múltiples e interconexas de los derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales, y las personas que viven en ella se ven expuestas regularmente a la denegación de su dignidad e igualdad. Reducir la pobreza y erradicarla es por tanto una obligación de todas las sociedades.
El señor António Guterres, actual Secretario General de la ONU, expresa que: "Una de las claves para acabar con la pobreza infantil es hacer frente a la pobreza en el hogar, que suele ser donde se origina. Aunque el acceso a servicios sociales de calidad debe ser una prioridad".
¿Qué es la pobreza humana?
El índice de pobreza humana, también conocido como indicadores de pobreza, es un parámetro estadístico desarrollado por la ONU en 1997 para medir el nivel de vida de los países que, según esa organización, refleja mejor el nivel de privación, en comparación con el índice de desarrollo humano.
Para calcularlo, la ONU toma en cuenta los siguientes factores: Producto Interior Bruto del país; PIB per cápita; suma de población total del país; porcentaje de población escolarizada en educación primaria; emisiones de CO2 per cápita; ratio de población que vive por debajo del índice de pobreza; esperanza de vida; y nivel general de la capacidad estadística.
Los diez países más pobres
Los 10 países más pobres del mundo (según PIB per cápita) según los datos de 2019 del Fondo Monetario Internacional son: Sudán del Sur, Burundi, Malaui, Sierra Leona, República Centroafricana, Mozambique, Madagascar, República Democrática del Congo, República del Níger y Afganistán.
Según Acnur, de los 48 países más pobres del mundo, más de tres cuartas partes se encuentran en el continente africano. Esto supone que más de la mitad de los países de África están entre los menos desarrollados y con mayor índice de pobreza. Entre ellos, nueve están catalogados como emergencias humanitarias.
Además, las altas tasas de natalidad de los países africanos hacen que los niños sean las principales víctimas de esta situación. El hambre y la desnutrición a causa de la pobreza les generará secuelas para toda la vida.
Según la ONU, los 10 países más pobres del mundo acogen a un gran número de refugiados. Son:
República Centroafricana: uno de cada 4 centroafricanos ha tenido que huir a causa de la guerra. El 60% de la población son niños; Burundi: más de 300.000 personas dependen de la ayuda humanitaria para sobrevivir; República Democrática del Congo: en situación de emergencia humanitaria, acoge a casi medio millón de refugiados de otros países. Padecen enfermedades como la malaria y el Ébola.
Liberia: tiene miles de refugiados de Sudán del Sur;
Níger: Acoge a miles de vecinos refugiados de Nigeria; Malawi: El 50,7% de la población se encuentra bajo el umbral de la pobreza, acoge más de 2.000 refugiados de Mozambique.
Guinea: tiene refugiados de Mali; Mozambique; Eritrea: refugiados procedentes del Cuerno de África;
Guinea-Bissau: El 34% de quienes viven por debajo del límite de la pobreza son niños menores de 12 años.
Se trata de combatirla todos los días
Los tres ganadores, en cambio, sostienen que la lucha para aliviar o erradicar la pobreza no se trata de "una cruzada, con un enemigo bien identificado y específico, ya sea el ‘capitalismo salvaje’, los gobiernos deshonestos, el exceso de reglamentación, el hambre o la malaria. Todo esto probablemente tiene algo que ver con la persistencia de la pobreza. Pero ninguno de los factores es fácil de solucionar y, más importante aún, incluso si se lograra, la pobreza todavía estaría con nosotros".
Duflo y su equipo apuestan por un enfoque práctico y concreto. "La lucha contra la pobreza consiste en combatir, con paciencia y deliberación, los muchos problemas que hacen que la vida de los pobres sea difícil: malas escuelas, agua sucia, enfermedades infecciosas, caprichos del clima, desastres naturales, saneamiento deficiente, falta de habilidades, corrupción a pequeña escala. La lista es interminable".
Por eso abogan por determinar qué funciona y qué no mediante experimentos ad hoc, desde el uso de vacunas en la India al de mosquiteras en Kenia.
Su filosofía se podría simplificar, con muchísimos matices, en la necesidad de descartar dogmas y grandes sentencias. Ni la ayuda es siempre útil ni siempre inútil. Para ellos, la única forma de saber qué hace falta, cómo y cuándo es verlo en la práctica. Y por eso han pasado buena parte de sus carreras en África y en India.
—No hay receta mágica, y lo que vale en Sri Lanka puede fracasar en Swazilandia. Hay elementos políticos, culturales, económicos, geográficos. Todo pesa y todo debe ser calibrado. Los recursos son finitos, los problemas monumentales, y por eso es necesario un método científico que permita averiguar qué estrategia es la mejor para mantener a los niños en los colegios, mejorar la tasa de vacunación: ¿llevar la sanidad a cada pueblo o pagar a los padres? ¿Ambas o ninguna?
Duflo dice que la ayuda a los menos favorecidos es necesaria, pero debe ir de la mano de aperturas. Y ha puesto como ejemplo las trabas que la UE pone para que productores africanos accedan a unos mercados demasiado protegidos.
Kremer tiene por su parte un “papel” muy conocido y celebrado en el que aborda en qué casos un Estado debe comprar una patente para ponerla a disposición pública, y cuánto debería pagar por ella.
Con información de ONU, Acnur, FAO