Elizabeth Warren ee está beneficiando de que sus dos principales rivales demócratas, Joe Biden y Bernie Sanders, están pasando por momentos políticos y personales difíciles
El Político
Doce aspirantes a disputarle la presidencia a Trump y cortarle la reelección se enfrentarán el 15 de octubre en un cuarto debate televisado, que tendrá lugar en Ohio. El Partido Demócrata anunció el martes que el quinto será el 20 de noviembre en el estado de Georgia.
La senadora Elizabeth Warren lidera la carrera por la candidatura presidencial demócrata en las elecciones de 2020 en Estados Unidos, superando al exvicepresidente Joe Biden, hasta ahora favorito, según un promedio de encuestas publicado este martes.
A Warren, una legisladora progresista de 70 años,quien consolidó su ascenso en los últimos meses, el sitio RealClearPolitics le otorga un 26,6% de la intención de voto para las primarias, contra el 26,4% del centrista Biden, de 76, que partió con amplia ventaja en abril.
La candidatura de Biden, quien ocupó la vicepresidencia del país durante el mandato de Barack Obama, genera dudas en el electorado tras meses de errores acumulados.
Biden se ha visto su nombre involucrado en un escándalo sobre Ucrania, que provocó una investigación de juicio político en el Congreso contra el presidente republicano Donald Trump; y, además, salieron a luz las donaciones recibidas en el tercer trimestre que lo colocan con 15,2 millones de dólares muy por debajo de su rival Warren con 24,6 millones.
El tercero en el promedio de encuestas, el senador Bernie Sanders (14,6%), registró un récord de donaciones durante el período con 25,3 millones de dólares.
De 78 años, Sanders, senador independiente, sufrió la semana pasada un ataque al corazón. Luego de una cita con el cardiólogo dijo: "Creo que vamos a cambiar un poco la naturaleza de la campaña y a asegurarnos de tener la fuerza para hacer lo que tengo que hacer".
Para Sanders, quien se describe como socialista, esto significa "probablemente no hacer cuatro reuniones al día sino más bien dos", algo que puede beneficiar a Warren, también en el ala izquierda de los demócratas.
Ascenso sostenido
Así, Elizabeth Warren, quien ha tenido un ascenso lento pero sostenido en las encuestas desde que se lanzó como aspirante, podría beneficiarse de que sus dos principales rivales están pasando por momentos difíciles.
Patrick Murray, director de encuestas de la Universidad de Monmouth, asegura que Warren ha logrado atraer a diversos grupos de votantes, desde los más liberales hasta los moderados. Agregó que hay una sensación de que ella es una “candidata viable” para competir en las elecciones generales contra Trump.
Algunos le llaman “la candidata de los planes”, porque desde el inicio de la campaña lanzó una gran variedad de propuestas, desde un impuesto a la riqueza hasta un proyecto para eliminar la mayoría de las deudas estudiantiles.
La campaña de Warren
Su campaña para la presidencia se ha centrado en criticar la corrupción en la política, y especialmente el trabajo de los lobbies por ayudar a reproducir un sistema que favorece a las clases más altas. “Tenemos un Washington que funciona muy bien para los ricos, los poderosos, los bien conectados”, dijo en un mitin multitudinario en Nueva York a comienzos de septiembre. Cuando un gobierno no funciona para nadie más –añadió– eso es corrupción, simple y llanamente”.
Una de las propuestas en las que más ha insistido Warren es limitar el poder de las empresas farmacéuticas para reducir el precio de los medicamentos. Además, se ha mostrado contra las compañías privadas de seguro médico, y copatrocinó un proyecto de ley presentado por Bernie Sanders para crear en un período de cuatro años un sistema sanitario de acceso universal en Estados Unidos.
En materia de educación, considera que las universidades públicas deben ser gratuitas, y ha propuesto medidas para condonar las deudas de préstamos estudiantiles a las familias con menos recursos.
Por otra parte, respalda el llamado Green New Deal, que tiene como objetivo la transición de Estados Unidos a la energía limpia y renovable en un plazo de 10 años, al tiempo que estimularía la economía mediante la creación de nuevos puestos de trabajo.
En materia tributaria, ha propuesto un impuesto a la riqueza para el 0,1% más rico del país, con un gravamen del 2% sobre los activos superiores a los 50 millones de dólares, algo que calcula afectaría a unas 75 000 familias y generaría 2,75 billones de dólares en diez años.
Algunas de las propuestas de Warren que más críticas han recibido tienen que ver con la regulación corporativa. Ella dice que quiere controlar los monopolios y aumentar la competencia. Por ejemplo, propuso dividir a las mayores empresas tecnológicas del país, incluidas Google, Apple, Facebook y Amazon, por considerar que tienen un poder excesivo tanto en su relación con los usuarios como con el mercado.
Por todo eso, es lógico que no sea la candidata favorita de Wall Street, los lobbies, ni de los gigantes tecnológicos.
En materia de política exterior, Warren pidió la retirada de las tropas estadounidenses de Afganistán e Irak, y se opuso al abandono de Trump del acuerdo nuclear con Irán. Con respecto a Cuba, copatrocinó en 2017 un proyecto de ley que hubiera permitido a los estadounidenses viajar libremente a ese país, y apoya otro presentado en febrero que posibilitaría las exportaciones a la Isla. Asimismo, firmó junto a otros senadores una carta donde criticaron la decisión de la administración Trump de prohibir las visitas de cruceros a Cuba.
Se opone a las sanciones y a la intervención militar en Venezuela, pero criticó al régimen de Nicolás Maduro, asegurando que “El pueblo venezolano merece elecciones libres y justas, una economía que funcione, y la posibilidad de vivir sin miedo a la violencia de su propio gobierno”.
"En lugar de amenazas irresponsables de acciones militares o sanciones que amenazan a los más necesitados, deberíamos estar dando pasos para apoyar verdaderamente al pueblo", afirma.
Warren ha dicho claramente –como para que no queden dudas– que es “capitalista”. “Creo en el mercado, pero en un mercado regulado porque uno sin reglas hace que los ricos y los poderosos lo obtengan todo.
Trayectoria personal
Nacida como Elizabeth Herring en Oklahoma City, el 22 de junio de 1949 es una abogada, política y académica que se desempeña como senadora por Massachusetts. Enseñó Derecho en varias universidades; y fue una de las profesoras más citadas en el campo del derecho mercantil antes de comenzar su carrera política. Es autora de tres libros y coautora de seis, tanto académicos como para una audiencia general.
En 2012 ganó las elecciones al Senado derrotando al republicano en ejercicio Scott Brown, convirtiéndose en la primera mujer senadora de Massachusetts.
Militó desde 1991 a 1996 en el Partido Republicano, y desde esa fecha cambió su afiliación al Partido Demócrata.
Huérfana de padre a los 12 años de edad, comenzó a trabajar un año más tarde sirviendo mesas en el restaurant de su tía.
Se casó a los 19 años con Jim Warren, un matemático de la NASA. Con él se trasladó a Houston, en cuya universidad se licenció en ciencias de la patología del habla y audiología, convirtiéndose en la primera persona de su familia con título universitario.
Es madre de dos hijos, divorciada y actualmente casada con Bruce Mann, profesor de Derecho.
Con información de Cubahora, AFP,