"Estoy sorprendido de verlos. Ustedes apoyaron la salida. ¿Por qué están aquí?". Ese fue el recibimiento que el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, le hizo a la bancada del Partido de la Independencia de Reino Unido (Ukip) entre la que se encontraba el eurodiputado Nigel Farage, quien tenía una bandera británica sobre la mesa. La escena ejemplifica la tensa jornada que se vivió ayer en el Parlamento Europeo, cinco días después de que Reino Unido decidiera salirse de la Unión Europea (UE).
Cuando llegó el turno de Farage, que fue abucheado por la Cámara, se mostró aún más desafiante: "Reino Unido no será el último país en dejar la UE". En su discurso, el político británico advirtió que se podría poner fin al libre comercio si no hay acuerdo entre Reino Unido y el bloque. "Podemos reinstalar aranceles a los automóviles pero cientos de miles de trabajadores alemanes perderían su empleo. Seamos realistas y adultos y negociemos un acuerdo libre de aranceles sensato. Reino Unido será su amigo, pero permítannos marcharnos", dijo.
Muchos de los líderes europeos, como el titular del Consejo de la Unión Europea, Donald Tusk, presionaron a Reino Unido para que acelere su retiro del bloque para acabar con la incertidumbre que ha enturbiado a los mercados financieros y extendido la preocupación por el contagio a otros países del continente económicamente más débiles.
Sin embargo, las autoridades británicas aún no han invocado el artículo 50 del Tratado de Lisboa y surge la duda sobre la estrategia británica de postergar esta decisión. El primer ministro británico, David Cameron, advirtió ayer a la canciller alemana, Angela Merkel, y al Presidente de Francia, Francois Hollande, que los británicos esperan que el bloque ofrezca más controles migratorios. Según señaló el diario The Guardian, el premier dejó claro que quiere suavizar el camino al Brexit.
En ese sentido, Merkel ha dicho que no ve manera de revertir referendo por la salida británica de la UE.
La revista The New Yorker señaló que gracias a la inteligente maniobra del primer ministro británico de no renunciar hasta la conferencia del Partido Conservador en octubre, el país tiene ahora para reflexionar sobre las consecuencias del Brexit. Ayer, la cúpula de la colectividad recomendó presentar las candidaturas hasta el 9 de septiembre. Incluso más, el ex alcalde de Londres, Boris Johnson, uno de los nombres que suena para suceder a Cameron, tampoco se ha apresurado a invocar el artículo 50.
En una columna publicada por The Telegraph, Johnson dijo que la salida de Reino Unido del bloque "no llegará con gran apuro". Los analistas coinciden que su intención principal es evitar el pánico. "No puedo inisistir lo suficiente en que Reino Unido es parte de Europa y siempre lo será", escribió en la columna.
Durante el fin de semana, creció la especulación de que el Parlamento británico podría bloquear el resultado del referendo e impedir el Brexit. Esto porque una ley aprobada el año pasado para llevar a cabo el referendo de la UE no menciona que el resultado sea vinculante o que tuviera fuerza de ley. Según explicó The Guardian, la "soberanía" reside en Reino Unido con la "Reina en el Parlamento", es decir, que los mismos parlamentarios son los que pueden hacer o romper las leyes y sus pares bloquearlas. Entonces, antes de que el Brexit comience, es el Parlamento el que debe derogar el acta de Comunidades Europea de 1972, que es el acta que los llevó al bloque.
Con Información de: la tercera