El presidente de Colombia, Iván Duque, planificó eliminar las 208.000 hectáreas de hoja de coca que Estados Unidos informó estaban sembradas en ese país en el 2018, pero grupos irregulares armados atacan violentamente a los militares y civiles que realizan esa labor.
El Político
El Ministerio de Defensa de Colombia informó que grupos armados irregulares han asesinado a nueve personas -civiles y miembros de las Fuerzas Armadas- que laboraban erradicando plantaciones de coca, durante este 2019, destacó reuters.com.
Agregó el Ministerio de Defensa colombiano que unas 50 personas han sido heridas, muchas mutiladas por la explosión de minas colocadas por esos grupos ilegales.
El gobierno colombiano ha explicado que el negocio del narcotráfico es millonario debido a que produce 887 toneladas anuales de cocaína para exportar.
Entre los grupos irregulares que implicado en este nefasto negocio se encuentran el Clan del Golfo, la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN), disidentes de las FARC que rechazaron el acuerdo de paz firmado en 2016, y bandas criminales de exparamilitares, según el gobierno.
Los erradicadores civiles se reconocen por el uniforme azul, son resguardados por el ejército o la policía, ganan 530 dólares al mes y están en la selva unos tres meses acabando entre dos o tres hectáreas diariamente.
Objetivo de Colombia
El presidente Iván Duque tiene como objetivo eliminar 80.000 hectáreas de sembradíos de coca en 2019, en el mes de agosto informó que había logrado erradicar un 66% de los cocales.
Según la información de la administración de Duque durante los años 2014 y 2017 hubo un incremento de los cultivos de hojas de coca, eso aconteció durante el diálogo de paz entre el expresidente Juan Manuel Santos y la guerrilla de las FARC, hecho que culminó con el conflicto que acabó con la vida de más de 260.000 personas.
En ese momento Santos le dio más importancia a la sustitución voluntaria de los cocales que a la eliminación forzada,el resultado fue que muchos campesinos crearon sembradíos de coca para conseguir los subsidios del gobierno.
Ahora existen campesinos que siembran cocas porque están amenazados por los grupos violentos irregulares, o porque lo hacen por iniciativa propia por ser más lucrativo que tener cultivos de café, cacao o cualquier otro producto legal.
Debido a toda esta situación, el presidente Iván Duque está esperando que el Consejo Nacional de Estupefacientes le de la autorización para volver a realizar fumigaciones aéreas con el herbicida glifosato, el cual fue prohibido en el 2015 porque afectaba la salud, pero ayuda a eliminar más rápido los sembradíos de coca y con menos riesgos.