"La crisis de Venezuela sólo tiene una solución. La salida del poder de Nicolás Maduro. Y de Diosdado Cabello. Y de Tareck El Aissami. Si eso no ocurre, continuará el bloqueo, las sanciones, y vendrán otras nuevas", según lo ha dicho el presidente Donald Trump, su enviado especial para Venezuela, Elliott Abrams y su asesor de Seguridad Nacional, John Bolton. , difundió AlNavío
El Político
Durante una entrevista con Telemundo, el presidente Donald Trump reconoció que no ha sido “lo suficientemente severo” con Nicolás Maduro. A partir de entonces aumentó la presión. Y a partir de entonces todos los factores que tienen que ver con la estrategia contra Maduro, se alinearon en un mismo discurso y en una misma posición.
De acuerdo ,con The New York Times, Trump estaba molesto con sus asesores por las falsas expectativas creadas en torno a la rápida salida de Maduro y ciertas posturas “injerencistas” de esos asesores. Entonces se refería a la fallida megaconspiración contra Maduro del 30 de abril.
Tras la resolución de estas disyuntivas, se produjo la Orden Ejecutiva que sanciona en Estados Unidos a países y empresas que hacen negocios con el régimen. Luego la promesa de que o se va Maduro del poder, o vendrán más sanciones. Incluso estudia un bloqueo naval a Venezuela, que el almirante Craig Faller, jefe del Comando Sur, no descartó. “Estamos preparados para hacer lo que sea preciso”.
Entonces, Trump se apoya en sus asesores para desconcertar y debilitar a Maduro con acciones que, aunque parezcan contradictorias, persiguen un mismo objetivo. Así es la técnica del policía bueno y el policía malo.
Trump cuenta con Elliott Abrams. En enero lo nombró enviado especial para Venezuela. En este tiempo Abrams, haciendo valer sus refinadas formas y experiencia como diplomático, siempre dice: Maduro tiene que salir del poder. No hay otra opción posible para Venezuela. Lo repitió de nuevo este miércoles en entrevista con The New York Times. Incluso se dirigió directamente a Maduro para dejarle claro que, si quiere una salida digna, sin que le persigan ni le procesen, tiene que abandonar el Palacio de Miraflores.
John Bolton, asesor de Seguridad Nacional de Trump, indicó: “La única negociación con Maduro es la de saber qué avión va a tomar. En cuanto los cubanos se marchen, Maduro no llega a la medianoche. Tiene los días contados”.
Los analistas coinciden en que Abrams hace de policía bueno, mientras que. Bolton hace de policía malo. En las formas discrepan, pero coinciden en el objetivo. Y coinciden también con su jefe, Donald Trump. Y, además, coinciden con el equipo de Juan Guaidó. Y coinciden con el almirante Faller.
¿Cuál es el objetivo? Lograr el fin de la usurpación. Y si para eso hay que ofrecerle a Maduro una amnistía, se le ofrece, aseguró Abrams a The New York Times. Y Bolton, a quien no le gusta la idea de la impunidad, de la amnistía, dijo en Lima que si tiene que tragarse una medida de este tipo se la tragará. La diferencia es que en esa ocasión Bolton se refería a una amnistía a los militares. No a Maduro como tal. Pero si Bolton tiene que hacer de tripas corazón, lo hará.
Abrams aseguró que “no retiraremos las sanciones hasta que Maduro esté fuera del gobierno”. Aclaró que el fin de la usurpación de Maduro conlleva también el fin de Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Nacional Constituyente, y el fin de Tareck El Aissami, ministro de Industria de Maduro.
Es de hacer notar que el secretario de Estado, Mike Pompeo, anunció la creación de una Oficina de Asuntos Venezolanos (VAU, por su siglas en inglés) dentro de su Embajada en Colombia para "continuar trabajando por la restauración de la democracia y el orden constitucional”.
James Story, encargado de negocios, dirigirá la oficina. El estuvo al frente de la legación estadounidense en Venezuela antes de su cierre el pasado mes de marzo.
Pompeo dijo que la VAU continuará el trabajo por la restauración de la democracia y el orden constitucional en el país, y la seguridad y bienestar del pueblo de Venezuela.
Rick Scott, senador por Florida, es otro nombre clave. Es uno de los artífices, junto a Bolton, de esta estrategia.
Con información de: AlNavío