No se avizora que el férreo control político ejercido por el partido del presidente Andrés Manuel López Obrador se debilite, pese a la disputa entre líderes de dicha tolda política, según difundió Lta.Reuters
El Político
López Obrador se convirtió en el primer izquierdista en gobernar el país en décadas, prometiendo erradicar la corrupción y la desigualdad en lo que llama la “cuarta transformación”. Su llegada al poder se produjo luego de aplastar a la oposición en las elecciones del año pasado.
Sin embargo, esta semana se desataron tensiones entre los dos senadores más prominentes del oficialista Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), cuando uno de ellos, enojado, acusó al otro de diseñar su destitución como jefe del Senado.
Lo cierto es que este altercado ha puesto en relieve las divisiones existentes en el seno de Morena, una amplia coalición inicialmente formada en torno a disidentes de izquierda dedicados a apoyar la tercera candidatura presidencial de López Obrador el año pasado.
Martí Batres, presidente de la cámara alta, señala a su colega Ricardo Monreal, jefe del grupo parlamentario de Morena, de clavarle “un puñal en la espalda”, alegando que se apoyó en senadores para asegurarse de que Batres no lograra la reelección.
Durante una rueda de prensa tras una votación entre los miembros de la bancada, el político agregó: "Me persiguió y me combatió durante meses, dándome trato de enemigo. Se ha exhibido como un político faccioso, incapaz de encabezar un movimiento plural, incapaz de convivir en la diversidad, incapaz de compartir responsabilidades políticas”.
Pero Monreal, un avezado operador político, calificó la disputa en el Senado como “desencuentros normales en procesos democráticos”.
Sin embargo, la jefa del partido Yeidckol Polevnsky, quien respaldó a Batres, exhortó a Monreal a mostrar “mayor ética política”.
Morena es la fuerza dominante en ambas cámaras del Congreso. Esta fuerza obtuvo su registro como partido en 2014, luego de extender su base para incluir a conservadores y centristas descontentos cuando López Obrador ganó los comicios en 2018.
El senador Gustavo Madero, del Partido de Acción Nacional (PAN), de centroderecha, dijo que Morena representaba un nuevo comienzo tras años de descontento con los partidos establecidos. Pero se proyecta a imagen de su creador. “Su fuerza y su debilidad se llama Andrés Manuel López Obrador”.
Jorge Buendía, jefe de la firma de encuestas Buendía y Laredo, estima muy poco probable que la disputa lastime a López Obrador porque es él, y no Morena, quien dicta la agenda política.
Pero los analistas consideran que la disputa ofrece un anticipo de las batallas por venir cuando López Obrador concluya la presidencia en 2024. El líder ha prometido que no cambiará la Constitución para buscar un segundo mandato.
Morena ahora incorpora gran parte de lo que era el PRD, pero la izquierda mexicana se ha fragmentado notoriamente. Como líder izquierdista prominente en el país durante años, López Obrador ha sido uno de sus pocos elementos unificadores.
Con información de: Lta.Reuters