Se considera una hábil maniobra del régimen para tratar de contrarrestar el creciente descontento en el ejército venezolano
Apolinar Martínez/El Político
En tanto crece el número de oficiales detenidos por supuestas conspiraciones contra el régimen de Nicolás Maduro, y en tanto la 49ª Asamblea, reunida en Medellín, Colombia y donde ya se oyen los pronunciamientos contra “el dictador y usurpador Nicolás Maduro”, el gobierno venezolano saca nuevamente a flote el argumento del golpe de estado y el señalamiento de que pretenden asesinar al mandatario, su esposa Cilia Flores y al presidente de la Asamblea Nacional Constituyente, Diosdado Cabello.
Raúl Baduel de las mazmorras a Presidente
Lo novedoso de las declaraciones del Ministro de Comunicació e Información, Jorge Rodríguez, posteriormente reiteradas por el propio Maduro, es que la conspiración de esta vez, tendría el propósito de asesinar a a Maduro y sus más allegados, y que colocarían de presidente de la República al cautivo general Raúl Isaías Baduel; esto último no produjo sino risas sarcásticas por cuanto Baduel con años en prisión y por quien sus familiares permanentemente protetan para que lo coloquen en una celda decente, resulta el menos apropiado, por su condicion de incomunicado para dirigir un golpe de estado.
Israel es el nuevo conspirador
Que hayan mencionado al presidente colombiano Iván Duque, contra quien Maduro tiene una fijación, al presidente chileno Sebastián Piñera, siempre en abierta oposición al mandatario venezolano, como financistas del golpe no sorprende a nadie.
Lo novedoso es que ahora hayan señalado, tanto Maduro como Jorge Rodríguez, que entre quienes pretendían entre otras, tomar la sede del Banco Central de Venezuela, había grupos de combates conformados por agentes israelíes.
Esta acusación es tomada entre los analistas venezolanos, como un ardid para salirle al frente a lo que altamente conocido: La penetración de grupos fundamentalistas palestinos en el régimen de Maduro, la existencia de células de Hezbolah, y la influencia de sectores ligados a Irán, los que desde luego verían con agrado una confrontación con el gobierno de Israel.
Como figura de estos grupos se menciona al ministro Tareck El Aissami, hombre estrechamente ligado al mandatario Nicolás Maduro.
La situación venezolana está en el centro del escenario político mundial y es de imaginarse que, con las nuevas conclusiones de la Asamblea General de la OEA, el panorama se ponga más turbio.