El “Almirante Gorshkov” es la nave más moderna de la armada rusa y se especula sobre su destino, Cuba o Venezuela. En cualquier caso es un malestar para los Estados Unidos
Apolinar Martínez/El Político
Como para mantener la tensión, y con todo el hermetismo que caracteriza al gobierno ruso, ya la nave más poderosa que hasta ahora tiene la armada de ese país, El Almirante Gorshkov transitó del Océano Pacífico Oriental al Caribe por el Canal de Panamá, el 17 este mes. La Flota Septentrional de la Armada Rusa dice que espera que el buque logístico multifuncional Elbrus 23120, el buque petrolero Kama y el pesado remolcador Nikolay Chiker hayan cruzado el Caribe para mañana, de acuerdo con un comunicado oficial. Por supuesto que no se sabe cuál es su objetivo, ni mucho menos adónde se dirige.
Una amenaza el mar
Entre otras características, el buque es uno de los primeros en llevar el sistema de defensa antiaérea Poliment-Redut, que consiste en el radar de ultrasonidos phased array Poliment y el sistema de misiles tierra-aire Redut, un derivado navalizado del S-350 basado en tierra. Este sistema sólo completó las pruebas estatales semanas antes de que la fragata partiera en su crucero mundial.
La fragata también cuenta con 16 celdas de lanzamiento verticales capaces de alojar el misil de crucero de ataque terrestre Kalibr. Kalibr es un arma probada en combate, que le da a la nave una verdadera capacidad de ataque terrestre de largo alcance. El sistema de lanzamiento vertical también puede disparar el misil de crucero supersónico Oniks.
Venezuela o Cuba
La presencia de la flota rusa no puede pasar desapercibida para los Estados Unidos, máxime en momentos en que el presidente Donald Trump ha criticado el intento ruso de desplegar fuerzas militares y armamento en Venezuela, en particular, respondió con mucha ira al despliegue de dos bombarderos estratégicos Tu-160 Blackjack de la Fuerza Aérea Rusa, junto con varios otros cazas y personal.
El que la nave vaya a Cuba no sería sorprendente porque ya varias unidades han llegado a la isla, pero el que pudiera visitar algún puerto venezolano sería inaceptable para el gobierno norteamericano
Un viaje demasiado largo
Sin conocerse ni objetivo ni destino, lo cierto es que un viaje tan extenso no puede hacerse por razones turísicas.
La flota rusa ya ha viajado unas 26.000 millas desde que dejó la base principal de la Flota del Norte en Severomorsk, en el extremo norte de Rusia, en febrero de 2019. Esto incluyó paradas en Djibouti en el Cuerno de África y Sri Lanka en el Océano Índico antes de visitar China.
Los buques también hicieron escala en Ecuador antes de navegar hacia el Canal de Panamá.
Por lo pronto es de imaginar que la atención militar norteamericana estará puesta en el Caribe