Sin luz, agua y con las escuelas y labores a medias…Los constantes apagones, a los que el gobierno de Maduro no encuentra a quien echarle la culpa, han hecho retroceder por décadas a la tierra del petróleo.
Apolinar Martinez/El Político
Cada mañana el venezolano se despierta con la angustia de no saber qué mala noticia, qué anuncio macabro del gobierno de Maduro le complicará aún más la angustiosa situación en que vive.
Desde hace dos meses un apagón gigantesco dejó sin luz, agua y alimentos a todo el mundo. En seguida se desataron los “informes especiales” del Régimen, de cada tipo según el ministro que lo daba y distinto si era el propio mandatario en un afán por tratar de justificar las causas del desastre: Fueron los gringos, fueron los colombianos, los chilenos, los brasileños.
Qué horror, daba la sensación de que el mundo entero se empeñaba en destruirnos.
Lo último
Nicolás Maduro, especie de Casandra y cuyos anuncios siempre son esperados con temor, acaba de extender que por “por causa de la guerra eléctrica que nos han decretado”, las escuelas seguirán funcionando hasta el mediodía,y el trabajo (¿cuál trabajo?) será hasta los dos de la tarde. Claro que eso es en los sitios donde algunas veces hay luz; porque para los zulianos la oscuridad es permanente.
Y… ¿El futuro?
Las perspectivas siguen siendo sombrías. Pese a la presencia de rusos y chinos, los conocedores de la materia indican que estos dos países no pueden hacer nada para corregir las fallas eléctricas, puesto que no existen piezas de recambio para los transformadores que deben ser sustituidos en la central hidroeléctrica Guri y que solo hay tres empresas capaces de conseguirlas: Alstom Power (Estados Unidos), Andritz (Austria) y el Grupo ABB (Alemania). El problema es que, según la fuente del diario El Espectador, ninguno de estos países está dispuesto a ayudar al Gobierno de Maduro.
Eso explicaría por qué los rusos y los chinos no pueden ayudar, pues “sus equipos poseen otros niveles de tensión y otras características”.
Según la fuente citada por el diario, uno de los planes que se baraja dentro del círculo de Maduro es hacer una reconversión de los sistemas para poder utilizar la tecnología China o Rusa, pero esto tomaría más de 30 días. Y no se sabe si el único transformador que todavía funciona resista.
En otras palabras que todo indica que nos dirigimos hacia la oscuridad y para decirlo en palabras bíblicas, al tiempo en que el mundo no era mundo.