"Las mentiras caen por su propio peso". Este refrán popular podría aplicarse a la ex subsecretaria de prensa de la Casa Blanca, Sarah Sanders, quien el 10 de mayo de 2017, afirmó ante colegas en Washington que "innumerables" agentes del FBI le habían comentado sobre la pérdida de confianza en James Comey, quien había sido despedido de su cargo como director del FBI, un día antes,
El Político
Pues ahora resulta que el informe del abogado especial Robert Mueller, demuestra que "no dijo lo que dijo". El informe dice que Sanders, desde que fue ascendida a secretario de prensa, dijo a los investigadores que no tenía pruebas para hacer esa afirmación.
Sanders, quien fue entrevistado por el equipo de Mueller como parte de su investigación sobre la interferencia de Rusia en las elecciones de 2016, dijo que el comentario fue un "desliz", según lo recoge el portal www.nbcnews.com.
El informe de Mueller subrayó hasta qué punto la Casa Blanca creó una narrativa poco confiable sobre el despido de Comey, con las declaraciones de Sanders desviando preguntas sobre la justificación de Trump para la medida.
"También recordó que su declaración en una entrevista de prensa, separada de que los agentes del FBI con rango de clasificación, y que habían hecho que el presidente Trump perdiese la confianza en Comey, fue un comentario que hizo" en el calor del momento "que no se basó en nada", según recoge el informe.