El experimento chavista está con respirador artificial y China le provee al régimen de Nicolás Maduro el oxígeno necesario para seguir con vida. Ese es, en esencia, el sentido de la visita de cuatro días que el presidente venezolano inició hoy en Pekín según la mirada de los expertos norteamericanos en América Latina.
Los especialistas entienden, sin embargo, que nada es gratuito en el ámbito de las relaciones internacionales, y mucho menos cuando se trata del gigante asiático. Si el gobierno de Venezuela necesita con urgencia una inyección de fondos frescos, la pregunta entonces es qué puede obtener China a cambio de mantener con vida al régimen de Maduro.
"Los chinos son muy transaccionales en sus relaciones con otros países", comentó a Infobae Juan Carlos Hidalgo, analista del Cato Institute de Washington. Esto significa que su motivación es por lo general más económica que política o geoestratégica, como podría ser el caso del ruso Vladimir Putin, quien sí podría tener interés en sostener a un régimen hostil a Estados Unidos en el vecindario.
El problema, sin embargo, es que Maduro "negocia desde la debilidad", según Hidalgo. "Tiene mucho para perder si no consigue en Pekín los recursos necesarios para apuntalar la economía", afirmó.
Venezuela mantiene con China una deuda de unos 25.000 millones de dólares que busca reestructurar porque le resulta impagable en la actual situación del país. Y pretende obtener otros 5.000 millones, según los trascendidos, que le permitirían incrementar sus reservas en más del 50%.
Pero a cambio de ese oxígeno financiero el mandatario venezolano no puede ofrecer siquiera garantías de su propia continuidad en el poder, con cuestionamientos que empiezan a hacerse oír en las propias filas del chavismo y una crisis humanitaria como pocas veces se ha visto en Occidente.
Cualquier cosa que decida el gobierno chino en los próximos días puede ser determinante para el futuro del chavismo. ¿Sostendrá Xi Jinping a Nicolás Maduro? La respuesta, según los expertos, puede estar en el petróleo. Si China finalmente le extiende un nuevo cheque al régimen chavista, la razón hay que buscarla en los más de 330.000 barriles de crudo que recibe diariamente. La estabilidad de esos envíos es crucial para Pekín y puede estar atada a la continuidad del régimen de Maduro.
“China tiene los recursos financieros necesarios para sostener a Maduro y sabe que, si Maduro fracasa, la continuidad de la provisión de petróleo puede correr peligro”, explicó Mark Jones, especialista en América Latina de Rice University, de Texas. “Si hay caos en Venezuela y cae aún más la producción, los envíos de crudo pueden estar en riesgo. Y si los chavistas pierden el poder y son reemplazados por la oposición, los contratos y las inversiones chinas en el sector también pueden peligrar”, señaló.
Moisés Naim, columnista y experto del think tank Carnegie Endowment, de Washington, anota también en esos cálculos el interés de China por cobrar “lo que le deben”. El gobierno chino, afirmó a Infobae, “es el gran acreedor de Venezuela y teme ahora que esa deuda sea incobrable”.
Claro que para poder cobrar esas deudas China debe apoyar al régimen que las asumió y que ahora “no genera suficientes divisas para funcionar y darle a la población alimentos y medicinas”, según Naim. La visita de Maduro a China, sintetizó el experto, “es una visita desesperada”.
Desde ese punto de vista, la naturaleza de la relación entre ambos países es en primer lugar económica, pero se vuelve política por el juego de intereses cruzados.
“Los chinos desean mantener un acceso a los recursos naturales de Venezuela”, señaló Jones. Agregó que “ningún gobierno opositor que asuma después de Maduro va a querer poner un tercio de la producción petrolera del país en manos chinas sin recibir un centavo a cambio, que es lo que ocurre hoy porque ese petróleo está pagando parte de la deuda que el régimen tiene con China”.
Los chinos desean mantener un acceso a los recursos naturales de Venezuela
A pesar de que la producción colapsó en los últimos años a los niveles más bajos en décadas, el chavismo todavía controla las áreas de exploración y explotación. Tiene la llave de esos recursos. Pero cuando se habla de chavismo ya no necesariamente se habla de madurismo.
“Los chinos saben que la situación en Venezuela es insostenible y que Maduro podría caer de un momento a otro, incluso por un golpe dentro del propio chavismo”, observó Hidalgo. Ese dato también puede condicionar las discusiones en la capital china.
Fuente: Infobae