Son venezolanos y muy ricos. Amasaron sus fortunas en los años dorados del chavismo, con altos precios del petróleo y gigantescas obras públicas convertidas en máquinas de ganar dinero a golpe de sobrecostes y sobornos. Unos han sido llamados bolichicos, jóvenes y ambiciosos empresarios que crecieron a la sombra del poder. Otros son ex altos cargos del régimen que usaron su posición para cobrar mordidas millonarias.
Todos han elegido España como lugar para vivir en la última década. También como destino privilegiado de sus inversiones. Una investigación de EL PAÍS ha recopilado cómo una decena de personas vinculadas al chavismo han introducido en el país más de 160 millones de euros en los últimos 15 años. La mitad han ido destinados a inversiones inmobiliarias, con especial predilección por pisos en fincas regias del centro de Madrid, casas en lujosas urbanizaciones y enormes haciendas en las que cazar y cultivar de nuevas relaciones.
España, sin embargo, es solo un nodo más de una amplia red que desde Venezuela se extiende por Miami y discretas plazas financieras internacionales. Solo por Andorra, altos cargos chavistas movieron más de 2.000 millones de euros, según investiga la justicia del de ese país. Un tribunal de Houston (EE UU) ha revelado el cobro de decenas de millones de euros en comisiones ilegales, remitidas luego a Suiza y paraísos fiscales. Y una tercera investigación, lanzada por el gobierno venezolano, cuantifica en más de 10.000 millones de dólares las pérdidas por corrupción en el país, en palabras del fiscal general, Tarek William Saab.
El Juzgado de Instrucción 27 de Madrid, en coordinación con las autoridades de Andorra y Venezuela, investiga las propiedades en España de los implicados. La gigantesca petrolera pública PDVSA está en el centro de la mayoría de los casos, aunque los sobornos se extienden a otros proyectos como el Metro de Caracas y las grandes inversiones acometidas por Caracas para hacer frente a la crisis eléctrica que sufrió el país en 2009.
Carlos Luis Aguilera Rojas fue uno de los primeros en invertir en España, donde ostenta un patrimonio que se acerca a los cinco millones de euros. Miembro destacado del círculo de seguridad de Hugo Chávez, a quien acompañó en 1992 en su intentona golpìsta, Aguilera llegó a comandar entre 2001 y 2002 los servicios secretos del régimen. Poco después, en 2004, compró una casa de 260 metros cuadrados en la urbanización Monteclaro de Pozuelo de Alarcón que fue tasada en 970.000 euros, según datos del Registro de la Propiedad.
Un año más tarde, adquirió una finca en los Altos del Serranillo, en Chinchón (Madrid), de 5,7 hectáreas de extensión y con dos viviendas que suman casi 500 metros cuadrados. Fuentes inmobiliarias de la zona valoran la finca en más de 1,7 millones de euros. Otras propiedades de Aguilera, dedicadas al alquiler y que controla a través de la sociedad CLAB-Consultoría Inmobiliaria SL, son un apartamento en el complejo Eurobuilding II de Madrid valorado en un millón de euros, dos pisos en el centro de A Coruña (820.000 euros) y un gran local comercial en Aranjuez (280.000 euros).
Aguilera ha utilizado en España a su suegra, natural de A Coruña, como testaferro de algunas de sus inversiones, una práctica también detectada por la justicia de Andorra, país en el que el exjefe de los espías de Cvávez ha movido 6,5 millones de dólares.
Nervis Villalobos (ex viceministro de Energía con Chávez) y Luis Carlos de León (exdirector de finanzas de Electricidad de Caracas) están en el centro de una vasta red de intereses económicos y lazos corruptos investigados por Estados Unidos, Venezuela, Andorra y España. Fueron detenidos en Madrid el pasado mes de octubre y hoy, a la espera de ser extraditados a EE UU, duermen entre rejas en España, acusados por un tribunal de Houston de desviar sobornos de PDVSA a Suiza.
Estrechos colaboradores de quienes fueron dos de los máximos jerarcas del chavismo —Rafael Ramírez, exembajador de Venezuela ante la ONU y Javier Alvarado Ochoa, expresidente de Electricidad de Caracas—, ambos han construido en España durante la última década un pequeño imperio de propiedades y empresas, a menudo controladas desde paraísos fiscales.
Con Kingsway Europe SL (controlada desde las Islas Vírgenes y Madeira), Villalobos adquirió en 2007 un gran piso de 173 metros cuadrados en la céntrica calle Barceló de Madrid (tasado entonces en 1.021.000 euros). El año pasado, compró otro de 300 metros cuadrados en la calle José Abascal, valorado en 1,6 millones.
Monteagudo de las Salinas, un pueblo de la provincia de Cuanda de apenas 130 habitantes, ha sido otro destino de la fortuna de Villalobos. La Sabina Global Investments Ltd, con sede en Malta y controlada desde Belice y Nevis, fue la sociedad utilizada en 2011 por su esposa (Milagros Coromoto) para adquirir una imponente finca de 772 hectáreas de pino y roble. En el municipio nadie le ha visto ni sabe que el dinero del petróleo de Venezuela ha aterrizado en la zona. A algunos solo les suena que "unos extranjeros compraron un monte entero". Esto y que "han construido una mansión pero no pagan ni las tasas municipales".
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