El gobierno de Nicolás Maduro no ha sabido controlar la inflación en el país y para “aliviar” el bolsillo de los venezolanos decidió entregar un “bono” que no alcanza ni para comprar la caja vacía de un juguete para mantener la tradición en el país del “Niños Jesús”.
Estas navidades en el país comenzaron con la mayor parte de las jugueterías ubicadas en el centro de Caracas desoladas, pues los precios tan altos de los artículos es el principal causante de la ausencia de los compradores, en opinión de los comerciantes.
“Este año ha sido muy difícil, cada vez que aumenta el dólar en el mercado negro, nos incrementan los precios. Y este año tenemos muy poca variedad”, afirmó Andy Peña comerciante del centro de Caracas.
Según este comerciante, las ventas han bajado alrededor de un 70% con respecto al año pasado. “Para esta época muchas personas ya habían comprado los regalos para su hijos, pero ahora tienen otras prioridades, como la comida”, afirmó. A diferencia de años anteriores, cuando muchas familias recurrían a los vendedores informales, en el Centro de la ciudad los buhoneros instalaron sus propios puestos de juguetes casi frente a las tiendas, con precios muy similares a los ofrecidos en los establecimientos.
Tradición navideña en Venezuela se encuentra en peligro de extinción https://t.co/qESXQQ8V6Z #ElPolitico pic.twitter.com/jqES28pxqd
— El Político (@elpoliticonews) December 4, 2017
El costo de los juguetes se encuentran muy elevados, el valor de una muñeca o un “bebé querido”, que son los más buscados para las niñas, oscila entre 500 mil y 3 millones 800 mil bolívares. Para varones, los carros a control remoto cuestan entre un millón 200 mil a 3 millones de bolívares. Mientras los muñecos Transformers, que son imitaciones, superan los 5 millones de bolívares. Los patines en línea se ubican en 4 millones de bolívares.
Opciones de los padres
“He visitado tres locales para ver si le compro el regalo a mi hijo y todos los juguetes pasan de un millón de bolívares, no sé cómo voy a hacer”, manifestó angustiada la señora Carmen Solis, en una tienda en Chacao.
Muchos de los padres han asumido otras opciones en esta época de crisis. “Mi hija me pidió unos patines en línea, pero como no podía comprárselos nuevos se los compré usados y en buen estado. Me costaron 450 mil bolívares y a mi hijo le pinté de azul la bicicleta de la niña y quedó como nueva”, afirmó Kenia Rengifo.
De igual forma, Zenair López, afirmó que desde el mes de agosto compró los regalos para dos niños. “Aproveché un dinero que tenía extra y compré los juguetes antes que aumentaran tanto. Pienso que los niños no tienen culpa de esta situación y es una tradición que no se puede perder”.
“En esta oportunidad hay muy poca variedad en los juguetes, además que están carísimos, en su mayoría son imitaciones que se ven claramente como el caso de la Barbie que la venden a casi un millón 500 bolívares”, se quejó Rosa Sánchez, al salir de una conocida juguetería en el centro de Caracas.
Con información de Venezuela Al Dia