Juan Escalante es uno de los 800 mil jóvenes en Estados Unidos, varios de ellos venezolanos, beneficiados por el Programa de Acción Diferida (DACA) en ese país. Sin embargo, ante la suspensión de este alivio migratorio por parte del Presidente Donald Trump, este dreamer nacido en Caracas teme ser deportado a Venezuela, “un lugar que no sólo no conocemos, sino que no nos identificamos con él, representando además un gran peligro para nosotros”, dijo el soñador en una entrevista para El Político.
Por Luisiana Rios P./El Político
Pregunta: ¿Cuando llegaste a Estados Unidos y cuál es tu situación?
Respuesta: Mis padres me trajeron a los 11 años, tengo 28 y soy beneficiario de DACA desde el 2012, cuando apliqué para este programa pensando que eso me daría un beneficio y un camino para tener un futuro en este país, así sea temporal. Para los que no conocen el programa, básicamente beneficia a 800,000 personas o jóvenes a quienes se les proveía una licencia de conducir, un permiso de trabajo, una tarjeta de seguro social y una protección temporal de dos años, para no ser deportados. Este programa se tenía que renovar cada dos años y yo afortunadamente pude completar el proceso esta semana, ya que el programa se ha descontinuado bajo la administración de Donald Trump.
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P: ¿Qué expectativas tienes, como dreamer nacido en Venezuela, frente a los proyectos que se estudian en el congreso para sustituirlo?
R: Sé que hay varios proyectos de ley que se presentaron en el congreso actualmente, creo que el más popular y que tiene más empuje se conoce como el “Acta de Sueño” o “Dream Act”.Es un proyecto que existe desde el 2001, encabezado por un demócrata del estado de Illinois y que actualmente tiene el apoyo de los dos partidos. Pero lamentablemente aún no tenemos conocimiento de cuando este proyecto de ley se podría ejercer o poner en el pleno para un voto final , pero sabemos que existen los votos necesarios . Hay otro proyecto encabezado por un republicano, pero si los votos con el que este cuenta se transfieren al Dream Act , podría pasar lo más pronto posible y llegaría al Senado, donde necesitamos ocho votos para que el proyecto se pueda mandar al presidente para su firma.
P: ¿Esto les daría la residencia definitiva en Estados Unidos?
R: En su propuesta está que se de justamente un paso a la ciudadanía, a las personas que están bajo las condiciones de este proyecto de ley. Es decir, entre varias propuestas, alguna incluyó el camino a la ciudadanía y otras no. Pero lo que estamos discutiendo en cierta parte o el debate que existe en el congreso, es el tiempo lo los años que les tomaría los dreamers como yo, convertirnos en ciudadanos americanos y cuál sería el proceso para eso. Detrás de todos estos proyectos de ley, los requisitos varían y lo que a mí me preocupa como activista y potencial beneficiario de este tipo de situación, es que alguna persona no califique por una medida arbitraria o por alguna razón. Yo llevo 10 años en esta pelea, tengo 28 años de edad y lo que no me gustaría es que alguien no se ha protegido por alguna legislación por no cumplir un requisito arbitrario. Por eso el Dream Act es bien comprensivo y llegaría cubrir a la mayoría de las personas que se encuentran en esta situación actualmente.
P: ¿Te da angustia ser deportado a Venezuela?
R: Por supuesto, mucho más por la situación en Venezuela. En la administración de Trump hay algo incierto y es que ha tratado de ejercer mano dura contra el “gobierno” de Nicolás Maduro, pero al mismo tiempo no hemos visto ninguna forma en donde personas como mi familia o yo, podamos ser protegidos. Nosotros tenemos 17 años pagando impuestos, trabajando y tratando de convertirnos de cualquier forma posible en residentes permanentes, pero el sistema migratorio este país no funciona. En un país de donde Venezuela hay una incertidumbre y una cantidad de obstáculos que se presentan a la población que está tratando de salir, no hay certeza para jóvenes como yo dentro de Estados Unidos, que podríamos ser deportados nuestro país, un lugar que no solamente no conocemos, sino que no nos identificamos con él, representan un gran peligro para nosotros.
P: ¿ Te sientes americano o venezolano?
R: Yo me siento más americano, obviamente tengo la memoria de Venezuela en mi corazón y recuerdo mis tiempos con mi familia, pero lamentablemente yo no he regresado a Venezuela desde el año 2000, cuando mis padres me trajeron para Estados Unidos. Tampoco tengo intención de regresar por las circunstancias actuales en las que se mantiene el país. Yo soy activista político y si tratase de hacer lo mismo en Venezuela, seguramente me encontraría una situación muy apretada, ya que hemos visto que el régimen de Nicolás Maduro no tiene ningún tipo de tolerancia para las personas que no están de acuerdo con sus políticas.
Madres indocumentadas exigen un #DreamAct “limpio” frente a oficina de @marcorubio.https://t.co/b2BvNy13Oq pic.twitter.com/T5us8ZsGDl
— United We Dream (@UNITEDWEDREAM) October 6, 2017