El Político.- Un grupo de activistas por los derechos humanos sostuvieron una reunión por más de hora y media con el nuncio apostólico Aldo Giordano, donde le pidieron mediar ante el gobierno por la libertad de 566 venezolanos que se encuentran tras las rejas por motivos políticos o fueron detenidos por levantar su voz en contra del hambre extrema que se vive en Venezuela.
Carlos Julio Rojas, periodista y coordinador del Frente en Defensa del Norte de Caracas, explicó que las cárceles venezolanas están repletas de los llamados "presos del hambre", ciudadanos de los barrios que salieron a protestar porque no tienen nada que comer. “Estas son personas humildes que se encuentran invisiblizadas por el espectro político e incluso por los medios de comunicación, solo son recordadas por sus familias y las comunidades donde levantaron su voz de protesta en contra del gobierno de Nicolás Maduro”, indicó.
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Rojas, quien pasó casi 50 días detenido en la cárcel militar de Ramo Verde, pidió al Nuncio explicarle al papa Francisco que el hambre que se pasa en las calles de Venezuela también es sufrida en las mazmorras "destinadas a callar los gritos de protesta".
“La gran mayoría de los presos políticos vienen de barrios que se rebelaron en contra de la dictadura. En Ramo Verde, por ejemplo, conviví con chamos provenientes de Las Adjuntas, La Vega, El Guarataro o la Cota 905, estos son ciudadanos que salieron a la calle porque en sus casas no tienen nada que comer”.
El periodista enfatizó que los prisioneros políticos se encuentran en condiciones inhumanas, consumiendo apenas 60 gr de comida, sufriendo epidemias de paludismo, sarna, sarampión y lechina sin recibir atención médica. “Centenares de jóvenes se encuentran en condiciones críticas de salud, como es el caso del compañero Carlos Graffe, quien está afectado del riñón, o los chamos de la Upel, que tienen paludismo. Otros detenidos han perdido hasta 20 kg de peso por la falta de alimentos. Los están matando de hambre reconociendo que sus familias no tienen los recursos para incluso llevarles que comer”, aseguró.
Reveló que, además de las torturas físicas, el régimen está golpeando psicológicamente a los presos políticos, teniendo como objetivo quebrarles el espíritu de lucha. “Maduro, Reverol, González López y Padrino López buscan con esto convertir a los héroes de la patria, que sin miedo desafiaron la dictadura, en patriotas cooperantes que estén al servicio del régimen”
“Exigimos que la Cruz Roja entre a la cárceles para atender a los presos políticos”
Por su parte, Rafael Curvelo, integrante de la Comisión Ejecutiva Nacional de Alternativa 1, señaló que aunque en las últimas semanas han sido liberados con medidas cautelares varios presos políticos, consideran necesario lograr la libertad plena de todos, sin ningún tipo de distingo ni por su origen ni por su preferencia partidista. “Creemos también que de urgencia se realicen las gestiones para que una comisión de la Cruz Roja visite a los presos políticos que se encuentran en delicado estado de salud, considerando que el Vaticano y el monseñor Aldo Giordano podrían ser los puentes ideales para lograr esta exigencia”.
Curvelo afirmó la necesidad de crear caminos de diálogo para que, a través del Nuncio Apostólico o de las gestiones que han venido desarrollando tanto el papa Francisco como el cardenal Pietro Parolin, se pueda retomar la estabilidad y la ruta democrática en Venezuela, ayudándonos a darle voz a todos los presos políticos venezolanos. “Sobre todo aquellos que no son visibilizados en los medios de comunicación nacionales e internacionales, ya que su único delito ha sido combatir una de las expresiones de violencia más atroz que pueda ejercer un gobierno contra su pueblo: el hambre”, concluyó.
A la reunión en la Nunciatura Apostólica acudieron también el dirigente de Alternativa 1, Eric Camargo, y Rigoberto Quintero, abogado de presos políticos y directivo de Fundeci.
A continuación la carta completa:
Excmo.
Monseñor Aldo Giordano
Enviado Especial de su Santidad Francisco
Presente.-
Ante todo reciba un cordial saludo por parte de un grupo de ciudadanos, algunos de ellos expresos políticos, preocupados por la situación que viven cientos de venezolanos detenidos por razones políticas en relación al actual Gobierno, sobre todo aquellos que consideramos presos del hambre, ya que su detención fue por protestar en sus comunidades por la falta de alimentos.
En esta oportunidad nos dirigimos a usted con el fin de expresarle lo expuesto en el anterior párrafo, además de los problemas de salud que están viviendo los presos políticos, además de la tortura psicológica que reciben ellos y sus familiares, circunstancia que hace que guarden silencio, evitando así denunciar los tratos inhumanos que reciben, por temor a represalias. Teniendo como objetivo lavar el cerebro a esos jóvenes humildes que salieron a protestar contra el hambre convirtiéndolos en “patriotas cooperantes” de la dictadura de Nicolás Maduro
Según los datos que maneja el Foro Penal, en Venezuela hay aproximadamente 566 presos políticos, aunque estimamos que el número sea mayor, ya que existen muchos casos de ciudadanos que no son visibilizados, por no contar con el respaldo de un partido y la dirigencia política. Adicionalmente, durante los últimos meses hubo detenciones en sectores populares del país, producto de la protesta de los vecinos por problemas cotidianos: inseguridad, falta de alimentos y medicinas, malos servicios públicos, entre otros.
Aunque en las últimas semanas han sido liberados con medidas cautelares varios presos políticos, consideramos que es necesario lograr la libertad plena de todos, sin ningún tipo de distingo ni por su origen ni por su preferencia partidista. Creemos también que es importante que se realicen las gestiones para que una comisión de la Cruz Roja visite a los presos políticos que se encuentran en delicado estado de salud, como los estudiantes recluidos en El Dorado, estado Bolívar, el caso del luchador social Carlos Graffe, quien en los actuales momentos presenta un cuadro clínico de cálculos renales o la causa de una decenas de jóvenes carabobeños que tienen más de 80 días presos en la cárcel de Ramo Verde sin haber sido incluso presentados en una audiencia preliminar. Enfermedades como sarna, paludismo, lechina y sarampión se han convertido en el pan de cada día de centenares de prisioneros políticos en Venezuela.
Esperamos que a través de sus intercesión y las gestiones que ha venido desarrollando tanto el papa Francisco como el cardenal Pietro Parolin, en favor de la estabilidad y la vuelta a la ruta democrática en Venezuela, puedan ayudarnos a darle voz a todos los presos políticos venezolanos, sobre todo aquellos que no son visibilizados en los medios de comunicación nacionales e internacionales, ya que su único delito ha sido combatir una de las expresiones de violencia más atroz que pueda ejercer un gobierno contra su pueblo: el hambre.
Agradeciendo de antemano su valiosa atención, y confiados en su disposición a contribuir con el proceso de liberación de los presos políticos.