La semana pasada los inversionistas de los bonos de PDVSA estaban nerviosos con “el retraso” que presentaba la empresa petrolera estatal de Venezuela PDVSA, en la publicación de los estados financieros auditados del año 2016. A tal punto que la compañía Delaware Trust emitió una comunicación a sus clientes tenedores de los bonos PDVSA, alertándolos del curso de acción en el caso de que PDVSA no publicase los estados financieros consolidados, de acuerdo con las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF), el viernes 11 de agosto.
Antonio de la Cruz / Director Ejecutivo de Inter American Trends
Ese viernes, al final de la noche, PDVSA terminó con “el retraso” y entregó la información requerida para seguir solvente en le mercado de capitales. La causa esgrimida por la estatal petrolera para “el retraso” fue “el requerimiento de datos y revisiones adicionales, mayormente relacionados con elementos de control..”. Algo asociado con el manejo de los registros de las operaciones financieras de PDVSA. Por lo que los auditores de KPMG hicieron la aclaratoria de cómo trataron el “asunto” en la auditoria de los estados financieros. Un hecho que llama la atención porque recuerda el comentario de Smartmatic en cuanto al manejo del dato por el Consejo Nacional Electoral (CNE), al establecer la cifra de participación en la reciente elección de la Asamblea Constituyente.
La intención de PDVSA es presentar unos resultados positivos en 2016. Muy al contrario de lo que pasó en Exxon, Chevron, y BP -tres de las cinco empresas petroleras más grandes del mundo- ese año. Registraron pérdidas en el negocio de exploración y producción por $4.151 millones, $2.054 millones, y $999 millones respectivamente.
Según la nota 29 de KPMG, PDVSA obtuvo una ganancia neta de $828 millones en 2016. Los auditores señalan que “PDVSA recibió una subvención del Estado venezolano por US$5.726 millones, correspondientes a la diferencia entre los costos de producción y los precios de venta regulados de los combustibles de motor y diesel en le mercado nacional”. Un hecho que revela que PDVSA en el negocio de exploración y producción obtuvo una pérdida de $4.898 millones. Y en el negocio de refinación, PDVSA tuvo otra pérdida de $5.726 millones equivalente al subsidio otorgado por el Estado, como dueño absoluto de la estatal petrolera. Por lo tanto PDVSA registró en 2016 unas pérdidas totales de $10.624 millones.
Las pérdidas en el negocio de exploración y producción están asociadas básicamente a la caída del precio de la cesta petrolera venezolana en 21% y de la producción de crudos en 10%, equivalente a 275 mil barriles día promedio año. Y en el negocio de refinación contribuyó a aumentar las pérdidas la importación desde Estados Unidos de productos refinados (3%, equivalente a 726 mil barriles año para un total de 27.435.000 barriles anuales). Además de las ocasionadas por los precios de venta regulados de los combustibles de motor y diesel en el mercado nacional.