El nuevo director de comunicaciones de la Casa Blanca, Anthony Scaramucci, advirtió hoy que "hay gente" en el Gobierno que "piensa que su labor es salvar" a EE.UU. del presidente Donald Trump, y aseguró que conoce "quiénes" son los funcionaros responsables de las continuas filtraciones.
Hay gente dentro de este Gobierno que cree que su labor es salvar a EE.UU. de este presidente. Ese no es su trabajo", subrayó Scaramucci en declaraciones a la cadena CNN, en las que reconoció los problemas para contener las filtraciones de información desde el seno de la Casa Blanca.
A su juicio, el trabajo de los funcionarios "debe ser conectar al presidente con EE.UU. de modo que pueda explicar sus puntos de vista y políticas de manera apropiada para poder transformar a EE.UU.".
Scaramucci, quien asumió el cargo el pasado viernes y es conocido por su beligerante actitud, agregó que, "tras haber realizado un gran trabajo en los últimos cinco días" cuenta con "una muy buena idea acerca de quiénes son los responsables" de esta divulgación de información.
Aunque evitó dar directamente nombres, reconoció sus diferencias con el jefe de gabinete de Trump, Reince Priebus.
Si Reince quiere explicar que no es un filtrador, dejemos que lo haga", dijo Scaramucci.
Su llegada se produjo después de la salida del controvertido Sean Spicer, portavoz de la Casa Blanca, quien dejó el cargo por desacuerdos con el presidente Trump y tras numerosas polémicas por su incapacidad para transmitir con claridad el mensaje del mandatario.
Tanto Priebus como Spicer forman parte del aparato del Partido Republicano, mientras que el nuevo director de comunicaciones no cuenta con experiencia en el ámbito político, algo que es considerado una ventaja por el mandatario estadounidense.
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Scaramucci, reconocido financiero de Wall Street y habitual comentarista televisivo, ha sido designado por Trump para tratar de dar coherencia a los mensajes desde Casa Blanca y poner fin a la guerra interna en el equipo presidencial de comunicaciones.
Trump ha expresado en reiteradas ocasiones su frustración con la informaciones procedentes de la Casa Blanca, por lo que ha insistido en utilizar su cuenta personal de Twitter como medio para hacer llegar sus mensajes a los ciudadanos sin intermediarios.