Tras pelear con las autoridades de Bangladesh para convencerles de que el presidente de Estados Unidos no tenía nada que ver con el negocio, un empresario ha decidido usar el nombre de Donald Trump para dar gancho a su café en la capital de uno de los países con mayor población musulmana del mundo.
Formalmente abrió hace más de dos meses aunque Saiful Islam, su dueño, afirma que aún tiene que hacer algunos arreglos y prepararlo para una inauguración a la altura de las expectativas de este hombre que se declara seguidor del polémico presidente estadounidense en un país de 160 millones de personas, en un 90 % musulmanas.
Todavía no hay muchas cosas en el interior de este café de Dacca que le conviertan en un lugar estéticamente diferente, aparte de una gran imagen de cartón del presidente estadounidense en la puerta de entrada para dejar claro que el visitante está entrando en territorio Trump.
Saiful Islam afirma que se inspiró en el Bellville Cafe de Texas, cuyo dueño decidió renombrarlo como Trump Cafe durante la campaña electoral estadounidense.
Dentro del establecimiento, adornado con fotos del polémico empresario estadounidense en las ventanas y en la puerta de la cocina, se puede saborear un coctel Trump hecho de sirope de fresa, refresco, zumo de limón y hielo.
Si uno tiene hambre puede decantarse por el sandwich Trump Subway, un colorido bocado de pollo, repollo colorado, zanahoria, pepino y cuatro tipos de mayonesa.
Para los vegetarianos, está la ensalada de anacardos Trump, y también hay un Chopsuey Trump, y la carta guarda otro coctel Trump, este de manzana verde sin alcohol, cuya receta Saiful asegura que consiguió de un tío que trabajó en un restaurante neoyorquino del hoy presidente.
Con toda esta oferta, Saiful espera convencer a sus clientes de que Trump no es un mal tipo ni un antimusulmán.
Una ventaja que ya todos tienen por estar en el local es la del acceso a la red inalámbrica "trumpcafe", a la que, aunque no se puede decir, se accede con la clave "ivankatrump".
EFE