La procuradora de Derechos Humanos de El Salvador, Raquel Caballero, exigió hoy al Estado que pida perdón por la muerte de 32 personas al interior de un autobús que fue arrastrado por un río desbordado en la capital salvadoreña en julio de 2008.
"Como procuradora reitero mi acompañamiento a la víctima sobreviviente, a los familiares de las personas fallecidas (…), en su exigencia del acto de perdón público por las víctimas", señaló la defensora del pueblo.
La noche del 2 de julio de 2008 un autobús que transportaba a feligreses de una iglesia evangélica fue arrastrado por las aguas del río Acelhuate, que recorre la capital y se había desbordado por las fuertes lluvias registradas ese día.
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De acuerdo con los familiares de las 32 víctimas y los líderes de la iglesia, el Estado salvadoreño tuvo responsabilidad en la tragedia, porque a pesar de las constantes inundaciones causadas por el río en la zona solo se habían hecho obras de mitigación de riesgo en una parte del cauce.
"Considero oportuno traer a cuenta este acontecimiento porque permite reflexionar sobre esa indelegable responsabilidad del Estado de proteger y garantizar los derechos de la población (…) y además meditar sobre la necesaria garantía de reparación que debe resultar de dicha omisión", acotó Caballero.
Cerca de 700 personas participaron en la búsqueda y recuperación de los cuerpos, labores que se extendieron por más de una semana en ese río y en otros con los que conecta hasta llegar al mar.
Fuente: EFE