Al menos 292 personas han muerto en el último mes en las zonas acordadas por Rusia, Irán y Turquía para reducir la violencia en Siria, informó hoy el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
La ONG recordó que desde el pasado 6 de mayo está en vigor en el territorio sirio un pacto suscrito por Moscú y Teherán -aliados del Gobierno de Damasco- y Ankara, valedor de la oposición, para disminuir las hostilidades en determinadas áreas del país.
Las zonas de reducción de la violencia son Guta Oriental, el principal bastión opositor en las afueras damascenas; el norte de la provincia central de Homs; la región de Idleb y áreas vecinas de Latakia, Hama y Alepo y puntos del sur en Deraa y Al Quneitra.
Según el Observatorio, al menos 73 civiles han fallecido, de los que 20 son menores de edad, desde la entrada en vigor del acuerdo en esos lugares.
De esos civiles, al menos 32 perecieron por la artillería de los efectivos gubernamentales, mientras que 16 perdieron la vida por el impacto de cohetes de las facciones rebeldes contra áreas dominadas por las autoridades, seis por disparos de francotiradores y 19 por bombardeos.
Los grupos insurgentes han sufrido 110 bajas en este tiempo por explosiones, ataques aéreos y combates, y los efectivos gubernamentales, 109.
Pese al repunte de la violencia en ciudades como Deraa, en el sur del país, el número de víctimas mortales ha sido notablemente inferior desde el inicio de la aplicación del acuerdo.
El acuerdo estipula que las partes garantes, es decir, Moscú, Ankara y Teherán, "tomarán todas las medidas necesarias" para continuar la lucha contra la organización terrorista Estado Islámico (EI) y el Frente al Nusra.
Sin embargo, en casi todas las áreas que incluye el pacto de reducción de la violencia hay presencia del Organismo de Liberación del Levante, la alianza de la exfilial de Al Qaeda, que hasta julio pasado se llamaba Frente al Nusra, lo que no ha impedido que las hostilidades hayan disminuido en esas zonas.
La exfilial de Al Qaeda suele actuar mezclada con otras facciones sirias.
EFE