Las instituciones democráticas en Estados Unidos “están bajo ataque” tras la decisión del presidente Donald Trump de despedir al director del FBI, opinó el domingo el exdirector de inteligencia nacional James Clapper.
"Creo que, en muchos sentidos, nuestras instituciones democráticas están bajo ataque, tanto externamente — y eso es lo principal, la interferencia rusa en nuestro sistema electoral — y creo que nuestras instituciones están bajo ataque a nivel interno”, dijo.
Cuando se le preguntó si se refería a Trump, Clapper respondió: “Exactamente”.
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Clapper reaccionó así al despido de James Comey como jefe del FBI en momentos en que Comey encabezaba la investigación sobre los posibles nexos de la campaña de Trump y el gobierno ruso. Trump despidió a Comey la semana pasada.
Clapper dijo que los próceres de la independencia estadounidense crearon tres poderes independientes a fin de que ninguno tenga el monopolio del poder, pero que bajo la presidencia de Trump, “eso está bajo ataque, se está perdiendo”.
Legisladores de ambos partidos criticaron la medida de Trump, incluso las contradictorias y confusas explicaciones de la Casa Blanca sobre la destitución de Comey, y las amenazas de Trump a Comey mediante tuits sobre la existencia de grabaciones de sus conversaciones. Los legisladores exhortaron al presidente a elegir como nuevo jefe del FBI a alguien que no tenga vínculos partidistas.
El senador republicano Lindsey Graham, miembro del Comité de Asuntos Judiciales, dijo que nombrar a un agente del FBI como director de la agencia permitirá al país a “comenzar todo desde cero”. Se declaró en contra de por lo menos dos de los 14 candidatos que están siendo considerados por Trump: el exrepresentante Mike Rogers de Michigan y el senador John Cornyn de Texas, pues “estas no son circunstancias normales”.
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Rogers, ex agente del FBI y ex titular de la Comisión de Asuntos de Inteligencia de la Cámara de Representantes, tiene el respaldo de la Asociación de Agentes del FBI. Cornyn es el segundo republicano de mayor jerarquía en el Senado.
"Es hora de elegir a alguien de entre las propias filas del FBI, o que tenga una reputación intachable, sin vínculos políticos, que pueda hacer su trabajo desde el primer día”, dijo Graham. Cuando se le preguntó si Rogers o Cornyn serían buenas selecciones, Graham respondió tajantemente: “No”.
"El presidente tiene ahora la oportunidad de limpiar el desastre que él mismo creó", dijo Graham. Añadió: “No tengo prueba alguna de que el presidente haya conspirado con los rusos, pero no tenemos todas las evidencias”.
El líder de los demócratas en el Senado Chuck Schumer dijo que el nuevo director del FBI “no debe tener parcialización política”, debe tener “gran experiencia” y “valor”. No descartó que los demócratas se abstengan de dar apoyo a candidato alguno a menos que el Departamento de Estado designe a un fiscal independiente para que investigue los vínculos con Rusia.
Con información de El Nuevo Herald