La Fiscalía General del estado mexicano de Guerrero determinó inhumar en una fosa común de Chilpancingo, la capital estatal, 32 cadáveres no reclamados tras permanecer más de dos años en el Servicio Médico Forense luego de ser encontrados, junto con otros 28, en una funeraria de Acapulco.
Fue el 6 de febrero de 2015 cuando se localizaron 60 cuerpos en estado de descomposición en la agencia Funerales del Pacífico, ubicada en la comunidad de Llano Largo, en la zona conurbada del puerto de Acapulco.
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La Fiscalía determinó entonces que la funeraria ofrecía servicios de cremación de cuerpos, pero en vez de incinerarlos los colocaban en otra parte y entregaban a las familias otro tipo de cenizas.
Luego del hallazgo de los cuerpos, familias que contrataron los servicios de esa agencia acudieron a la Fiscalía para confirmar si se trataba de sus familiares; en total fueron 28 los identificados y entregados.
Sin embargo, 32 cuerpos no fueron reclamados, por lo que este miércoles fueron trasladados a la fosa común que la Fiscalía adaptó al interior del panteón privado Parque Cementerio La Paz de la capital del estado.
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De acuerdo con el director del Servicio Médico Forense, Ben Yehuda Martínez Villa, cada cuerpo es sepultado con placas de identificación que marcan su carpeta de investigación y las pruebas genéticas que les practicaron para ser identificados en caso de que más familias acudan a reclamarlos.
Dijo que en caso de que se identifiquen más cuerpos, las familias decidirán si los deja en el lugar o se exhuman para entregarlos.
Con información de EFE