La Unión Europea (UE) dejó claro al país candidato Turquía que debe respetar los derechos fundamentales si aún tiene interés en acceder al club comunitario, tras constatar con preocupación la situación de las libertades en el país.
"Si Turquía está interesada en las negociaciones de acceso, sabe muy bien lo que implica", especialmente en el ámbito de los derechos humanos, el Estado de derecho, la democracia, las libertades fundamentales, las libertades de la prensa, el respeto a la ley internacional o la pena de muerte, afirmó la alta representante de la UE para la Política Exterior, Federica Mogherini, en una rueda de prensa en Malta.
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Los ministros de Exteriores comunitarios celebraron hoy una reunión informal en la que también participó su homólogo turco, Mevlüt Çavusoglu, junto a los titulares de los demás países candidatos.
Primero en una sesión a 28 y después en un encuentro con los candidatos, los europeos evaluaron su relación con Turquía, un "socio relevante" con el que "buscamos una cooperación estratégica en muchos campos", dijo Mogherini.
En cambio, dada la situación en el país tras el referendo que respalda cambios constitucionales que darán más poder al presidente, Recep Tayyip Erdogan, o las últimas detenciones masivas de sospechosos de estar relacionados con la intentona golpista de julio, la UE no trabajará en abrir nuevos capítulos en las negociaciones de ampliación con Ankara, que "continúan", precisó.
La política italiana recordó que, como país candidato, Turquía conoce los criterios para entrar en la UE, así como sus compromisos como miembro del Consejo de Europa.
"Le corresponde a Turquía expresar su voluntad de seguir siendo un país candidato", recalcó Mogherini, y aseguró que la UE estará "feliz" de que así sea pero, para ello, "es necesaria una clarificación".
Aseguró que discutirán "con los turcos el camino adelante de manera serena", algo que empiezan hoy con Çavusoglu y que continuará en las próximas semanas.
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Ante la cuestión de si la UE vislumbra otro tipo de relación con Turquía que no sea la adhesión, Mogherini dijo que "es más que un país candidato" y recordó su cooperación en la lucha antiterrorista, en el conflicto sirio o como socio económico y comercial.
El encuentro con Çavusoglu tuvo lugar en una sesión en la que estuvieron presentes todos los ministros de los países candidatos, aunque el político turco también mantuvo entrevistas bilaterales.
"El espíritu general fue franco, abierto y constructivo. Pero muy franco", hizo hincapié Mogherini.
Fuentes diplomáticas confirmaron a Efe que el debate fue "tranquilo" aunque Çavusoglu expresó a los europeos ciertas "quejas", particularmente relacionadas con países como Alemania u Holanda, que impidieron mítines de miembros del Gobierno turco en su territorio para hacer campaña por el referendo.
Unas críticas que el ministro francés de Exteriores, Jean-Marc Ayrault, tildó de "inaceptables".
"Tenemos la mano tendida a Turquía y ahora es el momento de que responda, por su propio futuro", indicó Ayrault, quien agregó que "nadie quiere una ruptura".
El titular español, Alfonso Dastis, pidió "un diálogo constructivo y crítico con Turquía" y también "que siga ateniéndose a sus compromisos" con la democracia y la división de poderes.
En otro extremo se situó el ministro austríaco, Sebastian Kurz, que volvió a insistir en que "el camino no puede ser la adhesión" de Turquía.
El comisario europeo de Ampliación, Johannes Hahn, que a su llegada admitió que la actual situación es "insostenible", llegó a proponer durante la reunión que la Comisión Europea realice una evaluación del compromiso de Ankara con los llamados criterios de Copenhague para la adhesión -algo solicitado por países como Holanda-.
En cambio, la mayoría de Estados miembros rechazó esa posibilidad, señalaron a Efe fuentes diplomáticas.
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"No estoy defendiendo a Turquía, pero creo que debemos permanecer comprometidos. Ser más responsables para preservar lo que hemos creado", dijo el ministro lituano, Linas Linkevicius.
El titular húngaro, Péter Szijarto, pidió a la UE dejar el "doble rasero", ya que "no quiso un acuerdo migratorio con Turquía que elaborase demasiado sobre los asuntos de los derechos humanos", en referencia al pacto para evitar la llegada masiva de refugiados a Europa a través de los Balcanes. EFE
