El rey de Marruecos, Mohamed VI, puso fin antes de lo esperado a sus vacaciones en Cuba para visitar al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, pero el mandatario estadounidense lo habría dejado esperando.
El rey solo pasó seis días en Cuba, de los 10 previstos. El jueves 13 de abril abordó un avión rumbo a Florida junto a su esposa, la princesa Lalla Salma y sus dos hijos, el príncipe heredero Hassan y la princesa Khadija, señala un reporte del diario español El Confidencial.
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Mohamed VI tenía una "vaga promesa" de que Trump lo invitaría a un brunch dominical organizado para familiares y amigos en su residencia Mar-a-Lago de Palm Beach, pero se quedó esperando, añadió El Confidencial.
El diario francés Jeune Afrique había reportado el posible encuentro entre Mohamed VI y Trump, previsto para el 16 de abril. La prensa marroquí se hizo eco de la noticia. El diario Le 360 reportó que Mohamed VI sería "agasajado con un almuerzo ofrecido por el presidente norteamericano”.
El viaje del monarca a la isla incluyó una "visita privada" a Cayo Santa María y el alquiler de casi todo el hotel Saratoga en La Habana, pero también persiguió otro objetivo: el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre ambos gobiernos.
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La Habana cortó sus relaciones diplomáticas con Rabat hace 37 años, tras su respaldo al Frente Polisario y el reconocimiento de la República Árabe Saharaui Democrática, que se disputa con Marruecos la soberanía del Sahara Occidental.
Aunque los medios marroquíes destacaron que Mohamed VI sostuvo en la isla "reuniones con altos responsables cubanos”, el monarca no se entrevistó con el gobernante Raúl Castro, y su visita fue silenciada en la prensa nacional, controlada por el Estado.
Con información de El Confidencial, Jeune Afrique, Le 360