Más de 100 países abren en la ONU negociaciones inéditas sobre un tratado para prohibir las armas nucleares, convencidos de que reducirá el riesgo de una guerra atómica pese a las objeciones de las grandes potencias.
El lanzamiento de estas negociaciones sobre un tratado legalmente vinculante fue decidido en octubre con el apoyo de 123 países miembros de Naciones Unidas.
La mayoría de las potencias nucleares, tanto declaradas como no, votaron sin embargo en contra de estas negociaciones (Estados Unidos, Francia, Israel, Reino Unido y Rusia) o se abstuvieron (China, India, Pakistán).
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Hasta Japón, único país en sufrir un ataque nuclear, en 1945, votó No a las negociaciones, preocupado por la falta de consenso al respecto.
Pero el rechazo de estos países no disuadió a las naciones que defienden esta iniciativa, como Austria, Irlanda, México, Brasil, Sudáfrica o Suecia, ni a las centenas de ONGs comprometidas con esta causa.
Frente a la multiplicación de focos de tensión, amenazas de Corea del Norte, y a una nueva administración estadounidense considerada imprevisible, decidieron tomar la delantera, inspirados por movimientos que impulsaron la prohibición de armas de racimo (2008) o las minas antipersonales (1997).
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"Esto tomará tiempo, no seamos ingenuos", declaró la semana pasada en la ONU la ministra sueca de Relaciones Exteriores, Margot Wallström. "Pero es muy importante, sobre todo en este momento en el que asistimos a todo tipo de discursos de demostración de fuerza que incluyen la amenaza de usar el arma nuclear", subrayó.
"Desde hace años muchos países dicen que tenemos que salir de este impasse con este tema. También es la expresión de una frustración", comentó Wallström.
Pese a los compromisos adoptados por las grandes potencias en el marco del Tratado de No Proliferación (TNP), en estos últimos años no se han registrado avances en materia de desarme nuclear, lamentó Beatrice Fihn, directora de Ican (International campaign to abolish nuclear weapons), una coalición internacional de ONGs que se moviliza sobre este tema.
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"Se hicieron muchos esfuerzos desde el fin de la Guerra Fría y luego eso se detuvo (…) La administración de Obama decepcionó, hizo promesas que no cumplió. Ahora los temores están exacerbados con el nuevo presidente" Donald Trump, dijo.
Basándose en la experiencia sobre las armas de racimo o las minas antipersonales, Fihn estimó que hay "buenas chances" de adoptar un tratado en la primera fase de las negociaciones -que culmina el 7 de julio- o al menos "de aquí a dos años" .
Con información de AFP