Cuatro mercados consumidores de carne brasileña (Unión Europea, China, Corea del Sur y Chile) decidieron restringir la compra de los productos cárnicos tras el escándalo de la Operación Carne Fraca (carne pobre).
Tras el anuncio, el Ministerio de Agricultura decidió suspender la licencia de exportación de los 21 frigoríficos cárnicos investigados, el número representa el 0,4% del total del país, 4.837.
Estos podrán, no obstante, vender el producto en el mercado interno.
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El gobierno brasileño comenzará una ronda de conversaciones con los países para intentar evitar que el bloqueo afecte a las empresas que no están envueltas en el escándalo.
La actuación de la Policía Federal le valió las críticas del sector y del Gobierno de Michel Temer, que atribuyen errores a la investigación.
Miembros de la Carne Fraca afirman, sin embargo, que hay mucho material bajo secreto de sumario y que guardan la evolución de los acontecimientos.
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