El deportista neozelandés Jason Lee, residente en Río de Janeiro, acusó a la policía brasileña de haberlo secuestrado por un tiempo para obligarlo a que fuera a un cajero automático y sacara todo el dinero que pudiera.
Rafael Rodríguez / El Político
El episodio, que habría ocurrido el pasado sábado, cuestiona nuevamente la seguridad en la ciudad brasileña a solo días del inicio de los Juegos Olímpicos.
El atleta se encontraba en un automóvil alquilado cuando fue capturado por dos funcionarios policiales en motocicletas, quienes le pidieron los documentos, le aseguraron que no estaban en regla y luego le exigieron 2.000 reales (600 dólares) para saldar la multa. Después de eso, obligaron a Lee a dirigirse a un cajero para sacar el monto exigido.
Lee es un experto en artes marciales que se está formando en el jiujitsu brasileño.
El gobierno de Brasil ha desplegado unos 85.000 policías y soldados para tratar que Río de Janeiro sea duranete las olimpiadas una ciudad segura.
Con información de ABC