El Gobierno británico presentará este miércoles su presupuesto para el año fiscal 2017-2018, el último antes de activar el "brexit" y donde se espera que incluya una partida millonaria para afrontar los posibles gastos derivados de la salida de la Unión Europea (UE).
El ministro de Economía, el conservador Philip Hammond, expondrá su propuesta de presupuesto general del Estado a las 12.30 GMT en la Cámara de los Comunes, tras advertir el pasado fin de semana de que no anunciará un aumento significativo del gasto público.
Según los medios británicos, podría contemplar una partida de unos 60.000 millones de libras (casi 70.000 millones de euros) para afrontar el posible coste de la ruptura del Reino Unido con la UE, aunque aún se desconoce el monto de la factura comunitaria.
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Al presentar su presupuesto preliminar en noviembre, el ministro admitió que el Reino Unido se endeudará al menos 122.000 millones de libras (143.000 millones de euros) más de lo previsto de aquí a 2020 como consecuencia del voto por salir de la Unión Europea del pasado 23 de junio.
Aunque ha renunciado al objetivo previo de obtener un superávit presupuestario en 2020, Hammond mantiene el principio de austeridad y sostiene que sería "imprudente" contraer más deuda para financiar inversiones públicas, a pesar de la crisis que atraviesan servicios públicos estatales como la sanidad y la atención social.
Según la prensa, podría anunciar alguna ayuda para los servicios sociales e incentivos fiscales para las pequeñas empresas, mientras que el Gobierno ha confirmado que destinará 500 millones de libras (576 millones de euros) adicionales a la educación.
Este es el último presupuesto del Gobierno de la primera ministra, Theresa May, antes de que esta active este mismo mes el artículo 50 del Tratado de Lisboa, lo que dará inicio al periodo de dos años de negociaciones con Bruselas para la salida de la UE.
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El inicio de las discusiones se produce en un buen entorno económico para el Reino Unido, cuya economía ha tenido mejor rendimiento del esperado desde el referéndum de 2016.
Contra todo pronóstico, el producto interior bruto (PIB) británico creció un 1,8 % el año pasado y en la actualidad se da el índice de desempleo más bajo en más de un decenio, del 4,8 %.
Con los tipos de interés en el mínimo histórico del 0,25 % desde agosto, la inflación se mantiene controlada en el Reino Unido aunque en ascenso, en un 1,8 %.
Se prevé que, en su comparecencia de mañana, Hammond, el llamado "canciller del Exchequer", revise además al alza la previsión de crecimiento del país en 2017, que en noviembre cifró en un 1,4 %.
EFE