Ibar Pérez Corradi y Sebastián Forza estaban a punto -allá por 2007- de encaminar otro negocio: sacar del país la efedrina que ya habían comprado rumbo a México. Llegaron hasta una oficina de la calle 25 de mayo, en la city porteña, previo paso -a pedido de Forza- por un local Armani de la avenida Alvear. Después de esa reunión con un ex gerenciador del PAMI durante el menemismo, Pérez Corradi se convenció de que su vida había quedado en peligro.
Pérez Corradi acusó a supuestos agentes de Inteligencia como los responsables de sacar la efedrina hacia México, según consta en su declaración judicial, a la que accedió LA NACION. El imputado relató ante la jueza María Romilda Servini de Cubría el alocado raíd que encaró para intentar concretar un negocio que finalmente se frustró ante supuestas amenazas y que quedó en manos de agentes de la ex SIDE.
El imputado marcó durante su relato detalles puntuales, como compras con tarjetas de crédito, lugar donde se concretaron reuiones y hasta aportó algunos nombres. Sin embargo, desde la Justicia sostienen que buena parte de esos datos tienen como objetivo eludir responsabilidades sobre el triple crimen.
El mexicano Alexis se contactó con Pérez Corradi -a través de otros mexicanos- a fines de 2006 por correo electrónico, contó el imputado. Unos días después, se juntaron personalmente "para adquirir confianza". En esas reuniones acordaron el precio de la efedrina: 1200 dólares por kilo. Los mexicanos compraban -sostuvo el imputado- 4000 kilos de efedrina por mes.
Alexis hacía viajes de diez o 15 días a la Argentina para ultimar los detalles del negocio. Después volvía para "consultar" con sus jefes. "Una vez lo llevé al lugar donde yo tenía la mercadería y se sacó fotos con los cuñetes abiertos para que vieran que era efedrina. Alexis volvió a México, le mostró las fotos a sus jefes y le dijeron «que mierda hacen esas cosas ahí en Argentina y no están acá para venderlas»", aseguró Pérez Corradi.
Pero además de la venta de efedrina, los mexicanos abrieron una nueva oportunidad: le ofrecieron 1500 dólares más por cada kilo de efedrina que lograra sacar del país.
Entusiasmado, Pérez Corradi primero contactó a un despachante de aduana "amigo", pero la operación fracasó. Después, fue hasta el Correo Argentino, a ver si podía sacar la efedrina como encomienda, pero tampoco pudo. Entonces, pidió ayuda. Incorporó a las gestiones a Sebastián Forza, una de las víctimas del triple crimen, que le acercó algunos de sus contactos para intentar sortear los controles argentinos y hacer llegar la efedrina a México.
Las reuniones Así llegaron, Pérez Corradi y Forza, hasta la oficina de la calle 25 de mayo, a comienzos de 2007. Los recibió Rubén Romano, quien manejó contratos multimillonarios en el PAMI de Víctor Alderete. Romano, que estuvo preso en la causa por la mafia de los medicamentos, era dueño de la droguería Romalá. " Lo fuimos a ver porque tenía muchos contactos con la SIDE y con el Gobierno", dijo Pérez Corradi. "A Romano el negocio le interesó sobremanera, pero quería estar seguro de que no fuera cocaína y me aseguró que podía sacar la efedrina del país", agregó. Pero Romano, sin embargo, nunca más atendió las llamadas de Forza.
Sin resultados, Forza se puso en contacto entonces con Miguel De Marco, ex funcionarios de la Anmat, que le había prometido un nuevo encuentro con supuestos miembros de la SIDE "de su confianza" que -decía- también iban a participar en la operación. Pero el encuentro, finalmente, tuvo otro tono: "La gente de la SIDE les dijo que no se metieran en el negocio de la efedrina, que ese negocio era de ellos y que si seguía jodiendo lo iban a matar", relató Pérez Corradi, otra vez, en boca de Forza.
No es la primera vez que el imputado apunta a miembros de la ex SIDE. Por eso, desde la Justicia toman nota de muchos de los datos que aportó en sus seis declaraciones, pero también empezaron a detectar contradicciones. Sospechan que algunas de sus afirmaciones en este sentido puedan tener como objetivo eludir responsabilidades sobre el triple crimen de General Rodríguez, aseguraron fuentes judiciales.
Pérez Corradi asegura que decide acudir a una mayor protección policial después de esas amenazas. El narcotraficante declaró que ya pagaba una "cuota" mensual a la Policía Federal para operar con efedrina, pero decidió aumentar el pago. Ante la amenaza de un ex agente apodado "El Gallego", Pérez Corradi dice haber acudido hasta el entonces intendente de Quilmes Sergio Villordo, a quien señaló como el nexo con Aníbal Fernández . Finalmente, el imputado declaró ante la Justicia que el negocio continuó en manos de agentes de Inteligencia.
"Forza me cuenta que se encontró a Romano de casualidad en el Patio Bullrich y que cuando éste lo vio, se asustó. Forza le recriminó que no atendía el teléfono. «Seba, te lo tengo que contar. ¿Te acordás cuando me fuiste a ver con ese pibe? Ni bien salieron de la oficina me llama un amigo de la SIDE y me pregunta qué hacía reunido con Pérez Corradi'".
A quiénes apuntó Pérez Corradi Aníbal fernández
Ex jefe de Gabinete
Primero, declaró que Sebastián Forza, una de las víctimas del triple crimen, le había dicho que "la morsa" era el ex jefe de Gabinete de Cristina Kirchner. Después dijo que le pagó U$ 3,5 millones para que lo protegiera a través de un intermediario
Ricardo echegaray
Ex titular de la AFIP
El narcotráficante señaló al ex jefe de la AFIP como el responsable político del ingreso de efedrina al país. Mencionó a un ex funcionario de la Aduana de su confianza y a un empresario del Mercado Central como los enlaces clave para el negocio
Daniel Santanna
Ex funcionario de la Aduana
Fue subdirector metropolitano de la Aduana. Es a quien Pérez Corradi sumó a la trama cuando involucró a Echegaray. Según relató, los cargamentos de efedrina contaban con una especie de "autorización" de la Aduana por la que pagaban U$ 120.000
Ernesto Sanz
Ex senador de la UCR
El imputado por el triple crimen sostuvo que el dirigente radical recibió U$ 200.000 para impulsar el juicio político contra el entonces juez de Campana Faggionato Márquez. El ex senador rechazó las acusaciones y la UCR expresó su repudio
El gallego
Ex agente de inteligencia
"Al Gallego todos le tenían miedo", dijo Pérez Corradi, que marcó a este agente de la ex SIDE como el que manejaba buena parte del negocio de la efedrina. Dijo que pidió protección tras sus amenazas. Tampoco descartó que estuviera detrás del triple crimen
Rudy Ulloa
Empresario santacruceño
Es el último salpicado en la causa. Dice que el narcotraficante Fuks compró 20.000 hectáreas en Santa Cruz a precio fiscal y que el ex chofer de Néstor Kirchner ofició de nexo para concretar la operación por U$ 1 millón
En esta nota: Triple crimen Ibar Pérez Corradi LA NACION Política La captura de Pérez Corradi
Con Información de: La Nacion