Después de seis años del conflicto en Siria, mas de siete millones y medio de niños están desamparados en ese país, de ellos unos tres millones nacieron durante los combates, por lo que no conocen otra realidad más que la de un país en guerra. “Los niños de Siria han pagado un precio inaceptable a causa de la guerra, que se traduce en trauma, desplazamiento y pérdida de su familia”, dijo la directora internacional de Aldeas Infantiles SOS para Oriente Medio y el Norte de África, Alia Al-Dalli.
Por Luisiana Ríos P./El Político
"La recuperación no va a consistir sólo en reconstruir escuelas y hospitales, sino en restaurar la capacidad emocional y la experiencia de estos niños, además de fortalecer su resiliencia”, aclaró Al-Dalli. Y es que los niños que aún permanecen en Siria, necesitan urgentemente ayuda humanitaria, pues los países que se comprometieron a cooperar para aliviar la crisis, no han cooperado.
I am very sad, save the children of Syria. pic.twitter.com/HtgLh7wDNC
— Bana Alabed (@AlabedBana) February 17, 2017
Bana Alabed, es una de esas niñas que ha sido golpeada emocionalmente por la guerra en su país. A sus siete años logró captar la atención de muchos, al tuitear desde Aleppo, lo que sufrían por los enfrentamientos con bombas. Aunque ella pudo escapar con su familia y reasentarse en Turquía, continúa realizando llamados a los mandatarios en sus redes sociales, clamando por ayuda para los niños Sirios. "Somos los niños de Siria, no somos terroristas, somos como sus niños", dice, "los niños merecen vivir", le dijo al Presidente Donald Trump en un mensaje a través de un documental.
Según datos de la ONU, tras seis años, la guerra en Siria tiene un saldo de mas de 400.000 muertos, millones de refugiados, además de centenares de abusos, violaciones y crímenes contra los niños, alcanzando un nivel récord en 2016. Tan solo el año pasado, al menos 652 niños fueron asesinados, 255 de ellos cerca de una escuela. Además, 850 infantes fueron reclutados para luchar en el conflicto, más del doble reportado en 2015.
"El nivel de sufrimiento es sin precedentes. Millones de niños y niñas en Siria están bajo ataque a diario y sus vidas están de cabeza. Todos y cada uno de estos infantes quedan marcados de por vida con terribles consecuencias para su salud, su bienestar y su futuro", aseguró Geert Cappelaere, director regional de UNICEF para el Medio Oriente y el Norte de África.
Los pequeños están muriendo no sólo por las balas y las bombas, sino por enfermedades que podrían ser prevenidas fácilmente. El acceso a atención médica y servicios básicos continúa siendo escaso para los 280.000 niños que viven en zonas sitiadas. Y es que la agencia de la ONU declaró que la dificultad de los equipos humanitarios para llegar a ciertas partes en Siria, obstaculiza una evaluación más precisa del sufrimiento de los niños, así como la capacidad para proveerles ayuda urgente.
My Letter to Bashar Al Assad and Putin: " please stop the bombing and go to jail now for killing my friends." pic.twitter.com/dxdGEP8R20
— Bana Alabed (@AlabedBana) February 27, 2017
A pesar de esta situación, los niños aun juegan para olvidarse de la guerra , aunque sea para adivinar si los aviones que sobrevuelan, los van a bombardear. “Sorprende lo fuerte que son los niños. Intentan analizar lo que les sucede y no ser solo testigos de la guerra. Por ejemplo, solo con el sonido pueden saber de qué tipo de avión se trata, si ruso o de la coalición. Discuten durante varios minutos hasta reírse. También distinguen las bombas”, contó un médico de la organización ‘Sham el Jair’, Amjad Fareku.
“Ahora es imperativo que los gobiernos adopten las medidas necesarias para conseguir los fondos y la cooperación que se precisan para que ofrezcan justicia a las víctimas del conflicto en Siria”, declaró Samah Hadid, directora de Campañas de la Oficina Regional de Beirut de Amnistía Internacional. Y es que los pequeños, los más vulnerables, sufren las secuelas psicológicas del conflicto, que a largo plazo, aumentan el riesgo de suicidios, problemas cardíacos, diabetes, abuso de sustancias y depresión.