El ministro italiano de Desarrollo económico, Carlo Calenda, afirmó hoy que el 2017 "no será un año fácil" para Italia -que acaba de rebajar sus previsiones de crecimiento y ha revisado al alza el objetivo de déficit-, e hizo un llamamiento a la inversión privada para relanzar el crecimiento del país.
"No hay una maldición que condena a Italia a la caída, podemos lograrlo, incluso en un periodo duro. El próximo año no será un año fácil, debemos decirlo con franqueza", dijo Calenda en una intervención en Florencia, según los medios italianos.
Para el ministro, el país y también Europa se enfrentan a un momento de incertidumbre después de la salida del Reino Unido de la UE y con acontecimientos que se sucederán en los próximos meses como el referéndum que ha convocado el Gobierno de Matteo Renzi sobre la reforma constitucional del Senado, la gran apuesta de Renzi y que podría sumir a Italia en una crisis política si no se aprueba.
Calenda reconoció que "el crecimiento recuperado" en los últimos meses "no basta para garantizar estabilidad y bienestar", y llamó a las empresas a invertir para fomentar "un crecimiento (económico) de calidad".
Insistió en que en este momento "lo fundamental son las inversiones" porque "sirven para superar el miedo" sobre las dudas del futuro y por ello, agregó, el Ejecutivo italiano trabaja para incentivar las inversiones privadas con "estímulos fiscales automáticos".
Las inversiones, dijo, son necesarias también "en el ámbito industrial" en todo el territorio italiano, especialmente en las zonas del sur, donde hay "áreas de excelencia" que requieren de especial actuación.
Unas inversiones que "creen puestos de trabajo" y ayuden al desarrollo industrial son esenciales para el país, zanjó.
Italia se encuentra en un momento delicado, con una economía actualmente estancada y una competitividad que recientemente ha empeorado de forma notable con respecto a otros países europeos.
Además, el pasado 27 de septiembre el Gobierno italiano rebajó la previsión de crecimiento del producto interior bruto (PIB) para este año y lo situó en el 0,8 %, frente al 1,2 % calculado previamente en abril pasado, y revisó al alza el déficit al estimar que será del 2,4 % del PIB en 2016.
Con información de EFE