Un total de 2.450 nuevas cancelaciones de vuelos ocurrieron en las últimas 24 horas a nivel mundial.
Mario Augusto Beroes Ríos/El Político.-
Todas debido a la variante ómicron del virus de la covid-19, junto a malas condiciones climáticas.
Las cancelaciones han resultado un serio revés económico para el sector aeronáutico, que no termina de recuperarse de un par de años catastróficos por el caos del Virus Chino.
Según el portal FlightAware.com, la tercera parte de las cancelaciones de los vuelos, 809, tuvieron como origen o destino los aeropuertos estadounidenses, en los que además se han sumado las razones meteorológicas de ventiscas y tormentas de nieve.
Aeropuertos asiáticos con mayor cancelación de vuelos
Los aeropuertos más afectados son los asiáticos. Yakarta, Pekín y Shangai.
En el registro por aerolíneas, la más damnificada ha sido China Eastern y Air China con 426 y 196 cancelaciones, respectivamente.
La semana se inició con un total de 3.260 cancelaciones a nivel mundial, casi la mitad de ellas, 1.474, en Estados Unidos.
Una tendencia que había comenzado el pasado viernes y que fue creciendo durante el fin de semana.
Si no está vacunado no vuela
Estados Unidos tiene una tasa de vacunación del 61 %, que es baja comparado con otros países como Portugal (88 %), Chile (87 %) y España (90 %), por lo que esa medida, de imponerse, puede ser impopular.
Estados Unidos, que abrió sus fronteras al turismo internacional el pasado 8 de noviembre tras una prohibición de los “viajes no esenciales” que duró un año y medio.
El gobierno no parece inclinado a establecer nuevas restricciones aéreas ni a cerrar sectores vitales para la economía como el del ocio.
Muy distinta es la política en China, país que sigue cerrado al turismo y a la inmensa mayoría de viajeros procedentes del exterior.
Las autoridades de la aviación chinas limitan en la actualidad los vuelos internacionales a y desde China al 2,2 % de los que había antes de la pandemia.
Todos los pasajeros, independientemente de su procedencia o su nacionalidad, han de someterse a una estricta cuarentena de un mínimo de 14 días en hoteles especializados, donde la estancia es costeada por el viajero.
El Gobierno ha hecho de su estrategia y de su gestión de la pandemia uno de sus principales orgullos y sus medios la esgrimen como ejemplo contra el de Estados Unidos, donde la covid ha dejado ya más de 800.000 muertos.